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Alimentos
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No lo bote... ¡es comida!

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No lo bote... ¡es comida!
Hay miles de recetas que permiten reutilizar alimentos que guardamos de un dia para otro.

SANTO DOMINGO. Conozco mucha gente que después del supermercado se dirigen a la iglesia: uno, a dar gracias porque pudieron pagar la cuenta; otros, para arrepentirse de las maldiciones mentales o audibles que profirieron ante la góndola de los plátanos.

Aunque tenga el control mental de un budista o el bolsillo de un Vicini, la realidad innegable es que la comida está carísima, y debe provocar la misma rabia darse cuenta que la mitad de lo que compró termina en la basura, ya sea porque compró de más, no lo conservó adecuadamente, o le faltó creatividad para reusarlo de alguna manera.

No se sienta mal, estudios recientes indican que una familia promedio estadounidense tira a la basura alrededor de mil libras de comida al año, lo que equivale a varios pagos del préstamo de la casa...o a acabar la hambruna en África. El punto es que se desperdicia comida, y no debe ser.

Algunos consejos:

Haga un menú semanal y una compra a la semana. Ir todos los días al súper es malo para su bolsillo, pero ir una vez al mes es malo para sus vegetales. Busque un punto medio, pero vaya con una lista en la mano. Compre lo que sepa que va a necesitar con un plan.

Aprenda a conservar: Porcione las piezas grandes (incluyendo frutas y algunos víveres y vegetales) y congele lo que pueda. Así extenderá su vida útil un par de semanas más.

Intente conservar los alimentos en su empaque original, a menos que el mismo empaque establezca lo contrario. Así puede conservarlos por mayor tiempo.

Aprenda a organizar: La despensa puede ser su peor enemiga si no aprende un principio básico de contabilidad de control de inventario: el primero que entra, el primero que sale. Nos pasa sobre todo con las latas: compramos y ponemos las nuevas delante o encima de las viejas. Cuando nos damos cuenta, estamos botando comida. Saque quince minutos cualquier día de estos y organice su despensa. Chequee fechas de vencimiento, y haga un inventario de lo que tiene disponible para la próxima semana, y así no compra de más. Le aseguro que se ahorra algunos cientos de pesos.

Aprenda a envasar: La mejor inversión que puede hacer en estos días es comprar envases transparentes de plástico o cristal para que pueda identificar el contenido sin muchos problemas, al tiempo que conserva mejor. Muchos productos, sobre todo granos y frutas, son vulnerables a la humedad, a la oxidación en contacto con el aire o son presas fáciles de pajaritos indeseables en la despensa. En mi caso, tengo el arroz, las habichuelas, el azúcar, la harina, incluso las pastas dentro de envases plásticos herméticamente cerrados. Si usted compra algunas cosas por sacos, nunca los deje a ras del piso, y colóquelos dentro de un envase cerrado.

Aprenda de los especiales: Saber comprar es una ciencia que no todos dominan, pero sea usted un novato o un lince, aprenda esto: no todos los productos en especial son para usted. Antes de creerse un genio por comprar tres latas de anchoas en aceite “baratísimas”, verifique si el producto está en su lista, su fecha de vencimiento y su valor real, comparándolo con el mismo producto de mayor tamaño. Ahora bien, hay productos en lo que definitivamente vale la pena invertir: algunos enlatados de uso común, productos de limpieza de uso diario y artículos de higiene personal no perecederos. ¿Carnes? Claro, siempre y cuando tenga donde conservarla sin que se dañe....

Aprenda a reutilizar: La comida en su nevera o despensa se pierde por falta de creatividad. Hay miles de recetas, horneados y picadillos donde puede reutilizar prácticamente todo. ¡Hasta los huesos se reutilizan para preparar fondos para salsas y caldos! Un consejo: dedique un día para el “calentao”, y si tiene que invitar vecinos, mejor todavía.

Como está la economía, sobre todo la micro, la de su casa y su bolsillo, botar la comida debería ser penado por la ley... con tanta gente pasando hambre.

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