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Tesoros escondidos en la cocina

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Tesoros escondidos en la cocina
Los guineos contienen un tipo de fibra probiótica muy importante para la defensa del organismo. (SHUTTERSTOCK)

SANTO DOMINGO. De tanto leer sobre “fantásticas experiencias culinarias” y de admirar platos que parecen cuadros, y que se comen luego de cierto ritual, tendemos a despreciar verdaderos tesoros que se esconden en la cocina y que son los que nos mantienen sanos y contentos. Baratos, disponibles, siempre a mano y que consumimos por descontado, casi sin darnos cuenta.

Vamos a abrir la nevera y la despensa y saquemos la alfombra roja para homenajear los grandes olvidados de nuestra cocina... ¡pero qué falta nos harían si no estuvieran a mano!

Guineo: Antes de que lo llamaran “snack”, el guineo quitaba el hambre cualquier tarde y era el aliado por excelencia de todo deportista. Aporta energía rápida y de calidad al organismo, al tiempo que repara células a toda velocidad.

Un guineo maduro contiene abundante fibra, incluyendo un tipo de fibra prebiótica que conforma la primera barrera de defensa del organismo, previniendo afecciones de origen inflamatorio, además de favorecer la digestión y la absorción de nutrientes para mantener un buen estado de salud.

Los guineos contienen altos niveles de potasio, vitamina C y vitamina B6, todas ellas cardiosaludables.

Brócoli: Si invirtiéramos tiempo en enseñar a nuestros hijos a comer brócoli desde chiquitos, tendríamos menos problemas cuando adultos.

El brócoli, que es muy rico en selenio, es la hortaliza de su género que ofrece una mayor protección frente al cáncer de próstata, pero además, su alto contenido en flavonoides relaciona su eficacia contra el cáncer de ovarios. Cuando vaya a comprarlo y consumirlo, elija piezas de color intenso y evite las que tengan secciones pálidas, amarillas o marrones. El brócoli se congela perfectamente y conserva el valor nutritivo del fresco y es una forma de conservarlo por mucho más tiempo. Para cocinarlo, salteado o al vapor. Puro sabor.

Espinacas: Podrá ser medio amargosa, pero tiene suficiente vitamina K para reforzar los huesos y ayudar en la prevención de osteoporosis. Los investigadores han descubierto que los flavonoides de las espinacas ejercen una acción antioxidante, y podrían prevenir el cáncer de estómago, piel, mama y próstata, entre otros. Para disfrutarlas en todo su amargo y delicioso sabor, elija las hojas que no estén amarillas; de hecho, cuanto más oscuras sean, más nutrientes tendrán. Por si no lo sabía, los carotenos de las espinacas se absorben mejor cuando las hojas se cuecen en lugar de comerse crudas.

Huevos: Sobrevivientes de todo tipo de ataques publicitarios, los huevos son una maravillosa y económica fuente de proteínas y nutrientes de altísima calidad. Aunque usted no lo crea, los huevos contienen todos los aminoácidos que favorecen la reparación y la regeneración celular del organismo y todos los elementos necesarios para el crecimiento: hierro, cinc, vitamina A, D, del grupo B y ácidos grasos omega 3. Los huevos no deben faltar en ninguna despensa y en términos de versatilidad, nada les gana, gastronómicamente hablando. Si está preocupado por el tema del colesterol, compense su dieta, pero no se pierda de este superalimento.

Avena: Preferida de las abuelas de todos los tiempos, su magia se mantiene. Es rica en fibra soluble y fuente de grasa saludable: ayuda a controlar el apetito, baja el colesterol malo y mantiene estables los niveles de glucosa. Tiene un índice glucémico relativamente bajo, por lo que resulta altamente recomendable en casos de dietas hipocalóricas, resistencia a la insulina y diabetes. Para que se mantenga “fresca”, conserve la avena en un recipiente hermético en un lugar seco, frío y oscuro.

Canela: Con usos probados hasta para los cabellos, la canela es una especia antiinflamatoria y antibacteriana que alivia la hinchazón y el ardor de estómago, previniendo al mismo tiempo los síntomas de la gastritis y el asma. Las ramas de canela entera pueden conservar aroma y sabor por un año, mientras que la especia secada y molida unos 6 meses.

Como éstos, su cocina esconde muchos tesoros que debe descubrir y disfrutar. ¡A su salud!

himilcetejada@live.com

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