El renacido: una historia protagonizada por un Leonardo Di Caprio bizarro

SANTO DOMINGO. La historia del descubrimiento del continente americano ha tenido en el cine un aliado. Varios son los filmes dedicados a reconstruir ese periodo, entre los más destacados pueden citarse “Aguirre, la ira de Dios” (1972), “Cabeza de vaca” (1991) y “1492, la conquista del paraíso” (1992). Sin embargo, pocas son las películas dedicadas al período inmediatamente posterior, la llamada colonización.

“El renacido” es un filme que se ocupa de poner en imágenes y sonidos un periodo convulso, marcado por el choque de culturas y la dominación de los pueblos originarios por parte de una nueva raza, los criollos, descendientes de los conquistadores, nacidos en América. Contiene una historia de violencia y sobrevivencia en condiciones extremas, protagonizada por un actor entregado del todo a su personaje.

El guía

Hugh Glass es el guía de una compañía de cazadores en busca de pieles que se ha internado en un territorio peligroso. Le acompaña Hawk, su joven hijo mestizo, fruto de la relación con una india. A punto de embarcar con cientos de pieles son atacados por los indígenas; un grupo logra escapar en uno de los botes. Hugh convence al capitán de abandonar el viaje por el río y regresar por tierra, afirmando que es la única manera de salir con vida. Pero John Fitzgerald, uno de los cazadores, se convertirá en su enemigo, al oponerse a su plan. En medio de una naturaleza hostil, el grupo se enfrenta a un invierno implacable. Todo se complica, cuando Hugh es atacado por una osa, dejándolo al borde de la muerte.

El relato

El relato inicia desde un tiempo onírico. Los recuerdos de Hugh Glass acerca del asesinato de su esposa y el rescate de su hijo siendo niño, introducen la historia. Es una secuencia que se intercala en el relato de manera fragmentaria, a modo de “leit motiv”.

Esto le permite al director mexicano Alejandro González Iñárritu construir una dimensión paralela que le aporta tanto a la historia como al personaje. Los cazadores toman caminos distintos, un grupo se adelanta y otro queda con Hugh Glass herido de muerte en medio de un gélido bosque. John Fitzgerald, su rival, aprovecha la ocasión para tratar de asesinarle, pero termina matando a Hawk, el hijo de Hugh, y deja a éste abandonado a su suerte. Desde ese punto, el guía hará todo lo necesario para sobrevivir, y vengar la muerte de su querido vástago.

Lo bizarro

Tiene esta historia un componente fundamental, la bizarría del personaje. La valentía de Hugh Glass ante todo tipo de adversidades y por sobre todo ante el entorno salvaje, va dando cuenta de una epopeya de la cual poco sabemos. En tal sentido, la relación con los animales es uno de los ejes de la historia; la osa ataca al intruso, el caballo lo salva de sus enemigos. Tiene el filme dos escenas de antología, el ataque de la osa y la protección que le brinda el caballo al personaje, aún después de la muerte del animal.

La venganza

En rigor, el título original se traduce como “La venganza”, y esa es la motivación fundamental del personaje. Herido y perseguido, va pasando pruebas extremas para alimentarse, protegerse y sobrevivir. Hugh se mueve entre dos mundos, y de éstos prefiere la ética que le han aportado los indios. Por ello asume en el momento cúlmine una idea transmitida por uno de los personajes que conoce en su camino: “la venganza sólo está en manos del creador”.

Largo y complejo

No podemos dejar de señalar que es un filme largo, pero no tedioso. Debe, además, ponerse mucha atención a los rostros de los personajes, ya que las vestimentas invernales se parecen, y las barbas que utilizan pueden llegar a confundir. Tampoco es un relato fácil, el espectador debe completar partes de la historia e ir hilando las diferentes líneas narrativas.

Por la excelente producción, lo intenso del relato y el desempeño actoral, es muy posible que este filme les valga, tanto a Leonardo DiCaprio como a González Iñárritu, premios Oscar en sus carreras.

Recomendable para los amantes del cine y de la historia.

Mario Núñez