Espionaje estilo vintage en “Operación U.N.C.L.E.” “Operación U.N.C.L.E.”

SD. Continúa en el cine la nostalgia por las series de televisión de los años 60. Esta vez es el turno de El Agente de CIPOL, inspirada en las novelas del inglés Ian Fleming y su personaje James Bond, de la cual se llegaron a rodar 105 episodios (1964-1968). CIPOL era una organización internacional de lucha contra el crimen, cuyo cuartel general estaba en Nueva York, oculto en una lavandería, y contaba con los agentes Napoleón Solo (Robert Vaughn) e Illya Kuryakin (David McCallum) como protagonistas. Solo, era estadounidense, y Kuryakin ruso, lo cual creaba un enfrentamiento constante que ponía sazón a los argumentos. Esta reciente película revive a los personajes en un filme de época muy bien producido.

La historia

Son los tiempos del Muro de Berlín y Napoleón Solo, un experimentado ladrón convertido en espía, debe sacar de la zona comunista a Gaby, la hija de un científico que se sospecha raptado por nazis sobrevivientes para construir una bomba atómica. Solo es seguido por el agente Kuryakin, quien trata de impedir el rescate de la joven, pero el americano consigue su propósito. Para sorpresa de ambos agentes, sus jefes los obligan a colaborar en el caso, y detener los planes de la conspiración. Para ello viajan a Roma, donde una organización utiliza como pantalla una conocida empresa de tecnología para esconder sus verdaderos propósitos. Pero la joven no sólo resulta ser una habilidosa mecánica, también esconde otros motivos.

Personajes y estilo

Napoleón Solo tiene similares características al ahora famoso agente 007, cuya primera película se filmó en 1962. Bien vestido, y con gran atractivo hacia el sexo femenino, tiene el gatillo fácil y buena puntería. De su lado, Illya Kuryakin, representa el estereotipo del espía ruso, fornido, racional y eficiente. El guión los enfrenta en todos los aspectos y ello contribuye a que el tono de comedia predomine; en tal sentido, el filme es bastante fiel a su original televisivo. Cabe destacar que el género de espionaje en la televisión tendría posteriormente una total decantación en la comedia con la serie Súper agente 86 (1965-1970).

Glamour, diseño y acción

El filme logra distinguirse de producciones similares por una combinación acertada de elementos de la época. El diseño industrial italiano, visible en automóviles, vestuario y accesorios, así como las glamorosas escenas de alta sociedad, se integran con facilidad a las exigencias de un relato con todos los componentes de una película de acción. El espectador puede disfrutar de una historia liviana, a ratos simplona, pero eficaz en su propósito de entretener con algo que ya ha sido visto.

Reciclaje y cine

De seguro que el proceso de revisitar series de televisión caídas en el olvido seguirá en la industria del cine, haciendo evidente la falta de argumentos creativos, o bien del poco interés por arriesgar capitales en ideas nuevas. En todo caso, preferiremos éstas a las sagas de zombis, de solterones inmaduros y de asesinos en serie que abundan en la producción norteamericana.

Recomendable para los que alcanzaron a ver televisión en blanco y negro y para quienes gustan del estilo vintage, ya que los detalles hacen la diferencia.

Mario Núñez