El Buki, dos horas cortavenas en el Hard Rock Hotel PC

MACAO. Marco Antonio Solís a los efectos de la balada es un Anthony Santos sofisticado. Tan es así que su concierto “Por Amor, Amor”, brindado pródigamente la noche saba tina en el Salón Filmore del Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana, cerró a ritmo de bachata y con la bandera dominicana desplegada en la pantalla led gigante del escenario.

El concierto brilló también gracias a la extraordinaria calidad del sonido, el creativo diseño de luces, el discurso de imágenes digitales que arroparon al artista, los cambios de vestuario, la vistuosidad de las coristas, la cohesión de la banda y ese no sé qué del artista, que se mueve en el mismo filo entre lo sublime y lo ridículo, pero que es un canto al kitsch que se convierte en categoría estética.

Dios bendiga nuestro amor, inició el embajador del romanticismo, quien a seguidas cantó dos horas con temas como Si te pudiera mentir, Y ahora te vas, Tu hombre perfecto, la movida Morenita, con cuerpo de baile. Siguió con El peor de mis fracasos, Tu cárcel, Sin lado izquierdo, Tú me vuelves loco, Tres semanas,y otra movida El milagrito. Cuando te acuerdes de mi, O me voy o te vas, Mi amor, Adonde vayas, Antes que te vayas, Viva el amor, .con las benditas bailarinas, donde tocó pailas al son de un ritmo grupero. Casi todas las canciones fueron coreadas a viva voz, por los cientos de asistentes que colmaron el lugar.

Adonde vamos a parar, un grito que habla de amor y de intereses sociales, Ya te olvidé, Como tu mujer (las dos ultimas que pusieron a cantar en firme a las tres coristas); y en el final otro clásico: Dónde estará mi primavera.

Falsos finales y regresos, que te vas y vuelves hechos con Si no te hubieras ido, El perdedor, Mi eterno amor secreto y ahora sí, el final de los finales con Más que tu amigo.

Asi se despidió quien en el 2016 cumple 40 años como compositor, y sigue siendo un encantador de serpientes porque le canta al amor... O al desamor.

Alfonso Quiñones