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Quien a buen árbol se arrima

Las prisas suelen estar reñidas con las cosas bien hechas, aunque, a veces, se nos imponen. En ellas piensa la Fundéu cuando publica su Manual del español urgente. Los que escribimos lo consultamos a menudo, o deberíamos. En eso estaba yo cuando me topé con los superlativos. Ya saben, esas palabras que nos sirven para decir que algo es feísimo, carísimo o malísimo.

A primera vista pueden resultar fáciles. Se forman añadiendo –ísimo a la raíz léxica del adjetivo: de grande, grandísimo, de pequeño, pequeñísimo. Si les prestamos atención nos encontramos con algunas formas irregulares, como las de los adjetivos que contienen un diptongo: de fuerte, fortísimo; de caliente, calentísimo; de nuevo, novísimo.

Como bien recuerda el Manual, las Academias han dejado de condenar el uso de las formas diptongadas (fuertísimo, calientísimo, nuevísimo), pero las irregulares siguen estando consideradas como las formas cultas.

Existen otros adjetivos que presentan también dos formas para su superlativo; una terminada en –érrimo, considerada más culta, y otra en –ísimo (de pobre, paupérrimo/pobrísimo; de pulcro, pulquérrimo/pulcrísimo). También es cuestión de elección y, si de estilo se trata, se aconseja la forma considerada culta.

Hay adjetivos que solo tienen un superlativo irregular, que debemos manejar con soltura, porque llegan a la pluma o a la boca con cierta frecuencia. El Manual del español urgente nos propone especial precaución con celebérrimo (de célebre), libérrimo (de libre) o salubérrimo (de salubre), que solo tienen estas formas válidas por lo que, si los construimos con el sufijo –ísimo, son incorrectos.

Como en la vida, para el uso apropiado de la lengua es bueno rodearse de buenos amigos. Los manuales de estilo u ortográficos, cuando son de calidad, cumplen este papel a la perfección. Y, para seguir con el refranero quijotesco, quien a buen árbol se arrima...

Twitter: @Letra_zeta

Envíe sus comentarios y/o preguntas a la Academia Dominicana de la Lengua en esta dirección: consultas@academia.org.do

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