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Leonel Lirio: las misses de antes y las de ahora

Antes el Estado les daba mayor importancia

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Leonel Lirio: las misses de antes y las de ahora
Amelia Vega ganó la corona universal en el 2003 (FUENTE EXTERNA)

SANTO DOMINGO. “La primera finalista de Miss USA este año era de origen hispano, de Texas, y la segunda finalista era de Rhode Island, hija de dominicanos”, dijo a DL el diseñador de modas Leonel Lirio. Todo eso pasó después de la tormenta producida cuando Donald Trump abrió la boca y arremetió contra los mexicanos.

Así son las cosas en el mundo de la belleza. La preparación de una beldad lleva tiempo y recursos. Y a veces es muy duro echar por la borda el trabajo de muchas personas y recursos de patrocinadores que no son fáciles de lograr.

Leonel Lirio, de reconocida trayectoria en República Dominicana, como diseñador de moda y especialista en belleza, prefiere separar lo político de lo empresarial. Aunque para el ganador del título de trajes típicos en dos ocasiones, y posiblemente único latino o al menos único caribeño en blasonar ambos títulos, “lo peor es que el señor Donald Trump no se ha disculpado ante los latinos”.

Según informó Lirio a Diario Lirio, tan es así, que el certamen realizado en Estados Unidos no fue transmitido por televisión abierta, sino por un canal de Youtube al cual el acceso costaba 10 dólares y, aún así, tuvo 2,8 millones de televidentes.

El juez del reality “Por la corona” del Miss República Dominicana, recordó que antes, en República Dominicana, las reinas de belleza -“en tiempos de Balaguer”- eran consideradas embajadoras del país, les daban pasaporte diplomático, y se les asignaba un salario de 700 pesos de entonces, además de ser recibidas en el Congreso.

Haciendo historia

La belleza de la mujer dominicana es proverbial. La reina del primer Concurso Nacional de Belleza, en 1927, fue la santiaguera Carmen Úrsula Martínez Estévez. En 1928 fue Viviana de María Batista Ruiz, representando a Puerto Plata; la capitaleña Luz Fausta Collado Bienvenido resultó ganadora del título en 1929. Hubo que esperar 23 años más, hasta 1952, cuando la vegana Laura Cristina Rodríguez Acosta, se convirtió en reina de belleza. Le siguieron María Magdalena Alvarado Padrón, en 1953, de Duarte; Rosa María Lama Hidalgo en 1954, representando La Altagracia; y en 1955, por Ciudad Trujillo, casualmente podrían creer muchos, la hija del tirano: Angelita Trujillo Martínez.

Luego, de 1956 hasta la fecha han competido por la corona universal 55 beldades criollas. República Dominicana ganó la corona mundial con Amelia Vega en 2003. Pero, no es menos cierto que en la actualidad los gobiernos no le dan mayor importancia a la figura que pone en alto, que hace visible al país, ante cientos de millones de personas del mundo entero, muchos de los cuales por primera vez oyen hablar de un país en el mundo, “en el mismito trayecto del sol”, a decir del poeta.

“En tiempos de Balaguer las reinas tenían pasaporte diplomático y eran reconocidas como embajadoras del país, representantes de la juventud, de la belleza y de las mujeres dominicanas en sentido general”, recordó Lirio. “Según cuenta el fallecido Ramón Darío Cruz en su libro, las reinas eran invitadas, en algunas oportunidades, a formar parte de los Consejos de Gobierno, para escuchar sus sentimientos y opiniones sobre la juventud y sus problemáticas. Tenían un salario que salía de la entonces Secretaría de Turismo”, expuso.

“No bastaba con eso, muchas veces asistían representando a la juventud, a eventos importantes que tenia el país y en otros lugares. De ahí que hoy en día muchas de ellas reforzaron su preparación intelectual y son destacadas empresarias y damas que han hecho aportes importantísimos a la sociedad. Porque además había otra formación, otro sentido, y si bien hoy las muchachas quieren convertirse en figuras públicas al instante. Eso puede ser un ‘boomerang’ -advierte- porque cuando no hay formación sólida, no existe sostenibilidad”.

Leonel Lirio expresó que hoy en día sigue siendo muy importante estudiar, prepararse, crear su estilo, “que es lo que te asegura una permanencia siendo original, auténtica, digna, y no precisamente destacarte por ser centro de escándalos”.

“La voz de Trump el político”

Sobre la situación actual del concurso Miss Universo y las ofensas proferidas por su propietario, Donald Trump, en contra de los mexicanos, Lirio expresó que “cuando se tocan los temas de agresiones verbales de parte de una figura pública de trascendencia, como lo es Donald Trump, es difícil no herir a una mayoría. Aunque hay que separar el discurso político del discurso racial o étnico, en una sociedad donde concurren ambos elementos y todos conviven de forma productiva, y donde cada uno tiene derecho a la oportunidad que se gane con su trabajo. Por igual forma debe de verse de manera separada lo que es una lucha de una cadena de un consorcio televisivo, que por supuesto va a estar mayoritariamente de parte de los intereses del grupo que ellos representan”.

Para el diseñador de modas: “Si bien Donald Trump emitió una opinión equivocada desde mi punto de vista, esa no es necesariamente la opinión de todos los que trabajan con él. Esa es la voz de Trump el político, el hombre. Pero no la visión general. Tal vez más bien el republicano olvidándose de detalles que no deben quedar sueltos, porque hoy día el número de latinos con derecho al voto, le pueden impedir su paso”, estimó.

Afirmó que Miss Universo nunca se ha manejado con criterio racial o de minorías étnicas. Cuando se firma un contrato de franquicia, se especifica que el certamen no puede tener ni discriminación racial, ni política ni de religión. Porque allí acuden todas las representaciones de la raza humana. “Las mujeres más bellas de todo el planeta, escogidas en su país sin establecer diferenciaciones, solo tienen que cumplir los siguientes requisitos: ser soltera, no haberse casado nunca, no haber tenido hijos, y tener de 18 a 26 años de edad”, recordó Lirio.

“Si analizas, Puerto Rico ha tenido 6 Miss Universo, Venezuela ha tenido 8 y México 2. Eso sin contar las españolas, las rusas, las japonesas, y las estadounidenses de origen hispano. Y sin contar a Amelia Vega, quien en su momento se alzó con una corona defendida limpiamente, tal y como sucedió con la primera finalista Ada Aymé de la Cruz, o con Renata Soñé y Marianne Cruz. Cualquiera de ellas estuvo lo suficientemente cerca y no se le pusieron impedimentos. Lo lograron por sus propios méritos”, expuso.

El reality

En la actualidad 30 jóvenes participan dentro de un programa intensivo para obtener la próxima corona, que le permitirá representar al país en el Miss Universo. Una de las piezas esenciales de este entrenamiento es un reality que se desarrolla semanalmente a través de Color Visión, con producción de Magaly Febles y Nelson Muñoz, donde las habilidades y aptitudes de las jóvenes candidatas son evaluadas por un panel que incluye a Chantal Ohnona, la Dra. Tania Medina, el comunicador Ovandi Camilo y el propio Leonel Lirio, además de personalidades que son jueces invitados no permanentes. También tienen importancia las redes sociales.

“En el reality ellas exponen sus condiciones, el país las juzga y hoy no se puede obviar el poder de las redes sociales. Basta hacer ese click para que de una u otra forma te coloques en la opinión publica. Hay personas que tienen miles de seguidores y no necesariamente son los mejores. Lo mismo sucede con el arte en todas sus vertientes”, opinó Leonel Lirio, quien durante 15 años ha vestido a las Miss República Dominicana y tiene ojo de águila para detectar cuál de las candidatas tiene mayores probabilidades de acercarse a la corona, según las características del cuerpo, la lozanía de la piel, la belleza y la cultura general, además de la simpatía.

Ahora a esperar, a ver cuáles serán las candidatas que se impondrán en el ‘reality’.

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