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Spagnvola, chocolate de República Dominicana triunfando en el exterior

Cultivado en el país, el cacao se procesa y se vende en EE.UU.

HATO MAYOR. Las suaves montañas de Hato Mayor son la fuente de un cacao de fina estampa materia prima para la producción de los chocolates Spagnvola, que cultivados en República Dominicana son clasificados desde los árboles, según su composición genética, luego exportados, procesados y vendidos en Maryland, Estados Unidos, en pequeñas boutiques donde el producto ve crecer su fama cada día.

El proyecto es un emprendimiento que involucra a dos naciones, y brinda la oportunidad a Hato Mayor de ver crecer los aportes en empleo y dinamismo local. La idea comenzó en 2008, cuando los esposos Reid (Eric y Crisoire) buscaron una alternativa a vender en el mercado dominicano los frutos de su finca en Hato Mayor. Pensaron exportar cacao a Estados Unidos y Europa, pero encontraron que ya había proveedores establecidos de larga data.

Entonces decidieron producir su propio chocolate, y en este proceso descubrieron que la clasificación por tipo de variedad, además de convertirse en los propios productores de la materia prima, les permitiría tener un mayor control, lograr un producto de mayor calidad y finalmente ser más competitivos.


La elaboración del chocolate fino se hace con cacaos clasificados por su familia genética. Foto: Marvin del Cid.

La elaboración del chocolate fino, cuenta Eric, tiene la dificultad de que la procedencia de los granos es muy heterogénea, provienen de muchas fincas. Y el cacao, como el mango, tiene muchas variedades. De manera que con una cantidad mayor de un tipo o de otro se puede lograr un sabor distinto, lo que hace la diferencia para un paladar exquisito.

Se estima que en el mundo existen alrededor de 10 tipos de familias genéticas del cacao, y todas estas variedades tienen presencia en República Dominicana y también en la finca de los Reid. Aprovechando este contexto, su idea es certificar su hacienda, y luego producir chocolate certificado por cada planta.


Las barras de chocolate cuestan US$8. Foto: Marvin del Cid.

En EE.UU., cada barra de chocolate Spagnvola cuesta US$8, y mensualmente venden entre 2,000 y 3000. Los precios de los bombones y truffles se inician desde los US$18 hasta los US$64, según la cantidad de unidades que tenga cada paquete. De cada uno de éstos, en promedio, se venden 1,000 paquetes al mes.

El detalle está, y lo saben los esposos, que en la medida en que la demanda de este tipo de chocolates aumente, también se necesitará que más productores certifiquen sus plantaciones.

Para Eric Reid, que hizo a un lado una carrera informática por el cacao, se trata ya de un tema país. Una oportunidad de producir el mejor chocolate del mundo.

Instalación en el país

La fábrica de chocolates Spagnvola fue instalada en Estados Unidos y no en República Dominicana por falta de infraestructura. Eso significó 15 empleos para el país, aunque en la finca donde se cultiva el cacao hay seis empleos, una cantidad que asciende a 20 en tiempos de cosecha. A futuro la idea es instalar la fábrica en República Dominicana, de manera que en el país el ciclo productivo se complete. Para esto, explicaron los esposos, hacen falta mejores condiciones, como un servicio energético estable.


Hato Mayor del Rey podría ver crecer las fuentes de empleo si en la ciudad se instalace la fábrica de chocolates.  Foto: Marvin del Cid.