Basura electrónica: Peligros y oportunidades para República Dominicana

En la República Dominicana se desconoce la cantidad de toneladas de basura electrónica que se genera provocada por cientos de teléfonos celulares, televisores, computadores y otros desperdicios electrónicos desechados en toda la geografía nacional. Se llama desperdicio electrónico cualquier cosa que tenga batería o un cable eléctrico, que por sus características y otros componentes internos puede presentar un grave problema porque a menudo contiene substancias dañinas para los seres humanos y el medio ambiente, si no son tratadas apropiadamente. Pero a la vez son una gran oportunidad para su aprovechamiento y comercialización ya que con su adecuada clasificación puede obtenerse oro, cobre, plata y otros componentes de gran valor económico.

Desde hace unos años diversos organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han abordado la problemática de la basura o desperdicio electrónico a nivel mundial, incluso importantes centros de estudios estadounidenses han estimado que la cantidad de desperdicio electrónico aumentará a más de 65.4 millones de toneladas métricas en el 2015, cifra que equivale a casi 200 veces el peso del edificio Empire State de Nueva York. Se estima que en su conjunto, los países en desarrollo y las economías emergentes producen ya tanta basura electrónica como el mundo desarrollado, convirtiéndose esto en un verdadero problema global; pues este tipo de desperdicio requiere un tratamiento especializado para su aprovechamiento y clasificación.

Sería interesante que en la República Dominicana sistematicemos y aprovechemos la basura o desperdicio electrónico. Propongo que los ayuntamientos clasifiquen y procesen ese tipo de desechos para poder cuidar su tratamiento, y comercializar los componentes internos que podrían generar muchos recursos, y ser una fuente de ingresos para eficientizar el precario sistema de recogida y manipulación de la basura en nuestro país. Como una muestra, para que sólo tengan una idea, se estima que un teléfono celular promedio tiene un 45% plástico, 20% cobre, 10% cerámica, 5% materiales no metálicos y 20% de otros metales como aluminio y oro, componentes que en toneladas de desperdicios electrónicos puede generar cuantiosos ingresos.

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Diario Libre