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Elizabeth Polanco
Elizabeth Polanco

Las estrictas leyes de Dubái que provocarían condena de Elizabeth Polanco por tocar a una mujer

Descubre las leyes en Dubái y los casos de sentencias de cárcel

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Las estrictas leyes de Dubái que provocarían condena de Elizabeth Polanco por tocar a una mujer
Elizabeth Polanco de los Santos fue condenada a un año de cárcel por tocar a una oficial del aeropuerto. (FUENTE EXTERNA)

Jamie Harron, un electricista escocés que visitó Dubái como turista, recibió una sentencia de tres meses de cárcel por haber tocado a un hombre en un bar en el 2017, según narra El New York Times.

En Dubái, uno de los siete países que conforman los Emiratos Árabes Unidos, las víctimas de crímenes violentos pueden ser acusadas de ofender la moral: las personas homosexuales que reportan ataques han sido encarceladas junto con sus atacantes y las mujeres que denuncian haber sido violadas pueden ser detenidas por adulterio si no cuentan con cuatro hombres que hayan sido testigos y respalden su acusación.

Justamente, a mediados de este año, la joven Elizabeth Polanco de los Santos, tocó a una oficial del aeropuerto de Dubái, lo que convirtió su estadía en el país en una pesadilla, y que provocó que la sentenciaran a un año de prisión.

Polanco fue liberada después de "cinco meses infernales" en los que tuvo que permanecer en Dubái hasta que se conociera su caso en un juzgado.

Las leyes en Dubái

Dubái está considerado como uno de los cuatro destinos turísticos más visitados en el mundo. Pero al año, cientos de extranjeros son apresados por acciones que en la mayoría de los países occidentales no son consideradas como un delito.

Esto se debe a que el islam es la religión oficial del país y su sistema legal está basado en una rígida interpretación islámica.

En Dubái, las muestras de afecto en público están prohibidas no importando la orientación sexual de la persona.

Tampoco está permitido tomar alcohol sin licencia, y compartir una habitación de hotel con una persona del sexo opuesto (si no están casados).

La cohabitación está considerada como un crimen, la homosexualidad está sujeta a pena de muerte (aunque rara vez se impone) y la prostitución puede castigarse con azotes y medidas más duras.

El caso de Elizabeth Polanco de los Santos

La pesadilla de la joven inició el pasado 14 de julio, cuando ella y una amiga regresaban a su casa en Nueva York después de pasar unas vacaciones en Estambul, Turquía.

La programación del viaje de retorno incluía una escala en París, pero las dos jóvenes cambiaron el vuelo para hacer la conexión a través de Dubái, con el objetivo d poder ver la famosa ciudad durante la espera de 10 horas.

"Pensábamos que sería una ciudad más moderna y futurista, pero estábamos completamente equivocados", expresó la chica, según el grupo Detenidos en Dubái.

Mientras la seguridad del aeropuerto la revisaba, le pidieron a De Los Santos que se quitara un traje de compresión de cintura ordenado por el médico que necesitaba debido a la cirugía.

La llevaron de regreso a una sala de proyección privada con mujeres vestidas de civil que le quitaron el traje de compresión, pero fueron "bruscas y se lastimaron las heridas inflamadas cuando le quitaron el compresor", dijo la madre de la joven detenida en Dubai.

"Me sentía incómodo y asustada. Me sentí realmente violada", dijo Elizabeth.

Luego, Elizabeth pidió ayuda para volver a ponerse la compleja prenda, pero las mujeres solo se rieron de ella y la hicieron sentir aún más incómoda.

Polanco se inclinó para pedirle a su amiga que la ayudara a ponérselo, pero mientras lo hacía se puso en contacto con una de las trabajadoras.

"Toqué suavemente su brazo para guiarla fuera del camino y luego comencé a llorar desesperadamente a mi amiga pidiendo ayuda", dijo Elizabeth, según el New York Post.

Los agentes la detuvieron durante horas mientras la trabajadora escribía una denuncia contra ella antes de que le trajeran formularios escritos en árabe para que los firmara.

Pasó los últimos meses moviéndose entre diferentes hoteles mientras esperaba que los tribunales escucharan su caso.

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