Comercio informal forma parte del paisaje de Santo Domingo

Etanislao Rincón es un hombre de 100 años de edad que en las últimas siete décadas se ha dedicado a vender billetes de lotería para mantener a su familia. Desde su esquina que el gobierno Dominicano le de una pensión, para poder comprar un medicamento para la presión y la vista. (Foto: Dania Acevedo)
Un hombre de nacionalidad haitiana recorre las calles vendiendo juguetes de bajo costo (Foto: Dania Acevedo)
Amado Dominicano, vendedor informal en la avenida Mella de Santo Domingo, tiene 14 hijos y con el negocio ha mantenido a su familia. Se queja de las amenazas de desalojo por parte de la Alcaldía del Distrito Nacional. (Foto: Dania Acevedo)
En tiempo de pandemia los vendedores informales sacan provecho vendiendo productos relacionados con la crisis sanitaria. (Foto: Dania Acevedo)
Evadiendo el tráfico de las calles y avenidas de Santo Domingo, una joven mujer se gana la vida vendiendo naranjas. (Foto: Dania Acevedo)
La ropa usada es una de las mercancías más comunes en manos de los comerciantes informales. (Foto: Dania Acevedo)
La mamajuana, base para preparar una bebida alcohólica a la que se le atribuyen poderes afrodisíacos, es expendida en las calles de Santo Domingo (Foto: Dania Acevedo)
Calzado usado e imitaciones de grandes marcas comerciales puede ser encontrado en las cercanías de la Avenida Duarte (Foto: Dania Acevedo)
Domingo es un vendedor de batata asada que circula las calles de Santo Domingo en una bicicleta convertida en una venta ambulante. (Foto: Dania Acevedo)