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Mota y los oros de Félix

"Dominicano soy, de mis raíces yo no voy a olvidarme. Soy de una loma y lo llevo en la sangre, montecristeño por la gracia de Dios". Fernando Villalona

Hemos escuchado los miles de elogios que ha recibido el vallista Félix Sánchez por su segunda presea aurífera en unos Juegos Olímpicos, pero nadie recuerda cómo llegó a correr sobre el chevrón y saltando vallas con la camiseta de la patria de Duarte.

Empiezo por el principio, tratando de precisar de entrada ciertas cosas, que en esas dos preseas de oro, a Manuel Mota hay que tributarle un reconocimiento, por haber sido la persona que se interesó para que Félix Sánchez corriera por la República Dominicana.

En un excelente relato de Juan Mercado, en la revista Ahora, edición 1,217, titulado: "Félix Sánchez, ser dominicano tiene sus ventajas", es el héroe de las vallas que no olvida como llegó a competir por este país.

Félix Sánchez en ese amplio reportaje dice: "Desde 1996, estuve haciendo esfuerzos por contactar a las autoridades del atletismo dominicano. Mi interés era tan grande que me puse a buscar en el internet y no encontré ninguna dirección de la Federación Dominicana, eso me decepcionó bastante, además de que me sorprendí porque todos los países tenían una".

Y agregó: "Consulté a un amigo que me dijo conocer al ex pelotero Manuel Mota, coach de los Dodgers de Los Angeles, hice el contacto y más adelante él (Mota) se comunicó con el periodista Bienvenido Rojas, editor deportivo del periódico El Siglo, quien hizo un reportaje sobre mí, el cual sirvió para que los dirigentes de la Federación y el Comité Olímpico (José Joaquín Puello) se interesaran en conocerme y por intermedio de ese periodista y Mota se me contactó".

Así entró Félix Sánchez en la historia del deporte dominicano, hoy convertido en el más grande atleta de todos los tiempos. El inmenso Manuel Mota es parte de esos triunfos y desde aquí, como lo hicimos el lunes por la vía telefónica con el Super Sánchez, le recordamos esa verdad histórica.

El 8 de agosto de 1953, en el estadio de La Normal, en el octavo inning del juego de Licey y Águilas, los bates azules se hicieron sentir con 11 hits en forma consecutiva. El ataque lo inició el Chino Hidalgo y siguieron Olmedo Suárez, Santiago Ulrich, Grillo Báez, Alcibíades Colón, Bert Haas, Alonso Perry, Luis Rodríguez Olmo, Valmy Thomas, Hidalgo y Suárez.