"Esto no es nada fácil, yo no planeé tener cuatro hijos en un solo parto"

SANTO DOMINGO. La vida de Braudilia Montero, de 24 años, le cambió en un abrir y cerrar de ojos. Al punto, que se requiere hacer cita previa para visitarla porque no da abasto. Hace un poco más de nueve meses eran tres en la familia que forma con Juan Medina y, ahora son siete.

Todo comenzó cuando se enteró que su segundo embarazo era múltiple. La noticia la llevó a tomar la decisión de abandonar La Descubierta, provincia Independencia, donde residía y laboraba en una banca de lotería, para emigrar a Santo Domingo con su esposo e hija, a fin de dar a luz en manos especializadas.

El plan de la joven, quien también dejó atrás sus estudios de contabilidad en Barahona, era en un principio arribar a la capital y establecerse temporalmente en la casa de una tía. Allí permanecería los últimos meses de embarazo y los primeros de los bebés. Sin embargo, los planes cambiaron.

Braudilia cuenta que antes de la llegada de Isabel, Isaac, Isaías y Ezequiel, los cuatrillizos que nacieron el pasado 29 de mayo en el Hospital General de la Plaza de la Salud, su situación económica era estable, pero ahora vive en la incertidumbre.

Los infantes consumen unos 30 frascos de dos onzas de leche al día, situación que sumada a la compra de paquetes de pañales con regularidad, hacen que ella y su esposo se agobien de pensar qué harán cuándo se agoten los que les han proporcionado instituciones del Estado, familiares y particulares.

Actualmente el sustento de la familia depende de lo que el padre consigue en el concho. Es chofer de guagua del transporte público, pero sus ingresos no son suficientes.

Braudilia afirma que tampoco ha sido suficiente la asistencia recibida del Estado y de particulares.

Hasta el momento le han tendido una mano el Ministerio de Salud Pública y el senador por San Juan, Félix Bautista, quien le gestiona la construcción de una vivienda y la inserción de sus cuatro hijos en el Senasa.

Al tiempo que le ajustaba un gorro blanco al pequeño Isaac para protegerlo de las frías temperaturas, relató que espera una llamada del Despacho de la Primera Dama, entidad que ofreció ayuda en lo que necesitara.

"Esto no es nada fácil, yo no planeé tener cuatro hijos en un solo parto", expresa compungida, a la vez que trataba de atender a Isaac e Isaías, que estaban inquietos. Isabel y Ezequiel, en cambio, dormían plácidamente.

Con rostro fatigado y ánimos abatidos, sentada a solo un paso de sus hijos, refiere que su regreso a La Descubierta era inminente hace días, pero al conocer que en poco tiempo tendría una vivienda y los pequeños gozarían de un seguro de salud, sintió que ésa era la oportunidad de construir un futuro distinto y mejor.

"Esto no es fácil", reitera. "Tengo fe en el señor… Es una bendición. Si él me los dio por algo fue. Confío en que él moverá cielo y tierra para que sobrevivamos", acotó Braudilia con un gesto de desasosiego.

La madre enfatiza que hará lo que esté en sus manos para darle un buen ejemplo y garantizarles un buen futuro a sus pequeños.

Nikaury Arias