La filantropía de los diputados

La Cámara de Diputados dispuso de 100 millones de pesos del presupuesto nacional para destinarlos a comprar productos alimenticios a fin de que sus miembros los repartan en sus respectivas jurisdicciones, con motivo de las festividades navideñas.

Se trata de una vieja práctica de los legisladores: la de recibir dinero del erario a fin de seguir haciendo proselitismo revestido de asistencia social.

Yo me pregunto a quién repartirán los diputados de ultramar las prebendas que les han otorgado ya que en sus jurisdicciones del exterior no es muy usual ello. Eso tiene que responderlo la misma presidencia de la Cámara de diputados.

Ron, ponche criollo, “pica pica”, pollos, uvas manzanas, arroz, habichuela, aceite, entre otros son colocados en una caja y repartidos por los diputados entre sus seguidores, lo que tal vez les concede alimento por un día o acaso dos. Con esa acción creen que mantienen el voto cautivo de los beneficiarios para reclamárselo en el próximo proceso electoral. Eso es lo que se llama comprar lealtades. Todo de factura clientelista.

Yo no me opongo a que los legisladores dominicanos realicen labores de altruismo y filantropía entre sus seguidores, como tampoco creo que ningún dominicano se opondría a ello.

A lo que me opongo es a que el dinero de los contribuyentes, del Presupuesto Nacional, sea repartido entre los legisladores para que luego salgan a distribuir alimentos a nombre de ellos, a realizar labores “filantrópicas” con los recursos del Estado, lo cual habla muy mal de esos hombres, ya que al final se apropian de algo que no les pertenece para hacer politiquería con ello.

Me gustaría ver a cualquier diputado girando un cheque de su cuenta bancaria para ordenar la confección de 5,000 cajas con los productos alimenticios. Si eso ocurre, merece nuestro encomio y creo también que, el de la población. Entonces serían verdaderos filántropos, contrario a lo que ocurre hoy.

Eli Heiliger