Cambio Climático: enseñanzas de la experiencia Cubana (2de 2)

Según el último informe de evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, el aumento descontrolado de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo generarán un mayor calentamiento, fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes, la acidificación del océano, y mucho más. La situación es especialmente preocupante para las naciones insulares a lo largo de los trópicos, que deben lidiar con el riesgo añadido de desaparecer debido al crecimiento del nivel del mar.

Como dice Arnaldo Álvarez Brito, investigador titular del Ministerio de Agricultura de Cuba, "los estados insulares no tenemos retaguardia. Cuando el mar sube, sube por todas partes, y lo único que puedes hacer es caminar hacia el medio y hacia arriba."

En 2010, Cuba finalizó la primera evaluación nacional de los efectos del aumento del nivel del mar. En ese momento, el estudio concluyó que el mar estaba subiendo en las costas cubanas a una razón de dos milímetros por año. A ese ritmo, el país podría perder hasta un 3% de su territorio nacional para el 2050, y un 5% para el 2100. Sin embargo, una revisión de los escenarios climáticos publicados a finales del 2013 pintaba un panorama aún más desalentador.

De acuerdo a la investigación, alrededor de 413 playas cubanas ya mostraban algún indicio de erosión, con un ritmo de retroceso de la línea de costa estimado en 1.2 metros por año. Para una isla larga y estrecha, con más de 5,700 kilómetros de costa y más del 10% de la población (11,236,790 habitantes, al 2007) viviendo en zonas bajas a orillas del mar, 1.2 metros al año representa un grave problema.

Sólo había una cosa por hacer: recuperar la costa.

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