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La oscura vida de Román Franco: lo dejan ciego para robarle su motocicleta

Solicita ayuda para seguir viviendo sin poder ver

La tarde del 20 de diciembre de 2019 es inolvidable para el motoconchista Román Franco, de 55 años, porque fue la última vez que vio la luz. Quedó ciego luego de que un supuesto atracador le lanzara un químico desconocido en la cara para robarle una motocicleta.

Desde entonces su vida ha cambiado totalmente. Vive en un mundo de oscuridad, limitado para salir y hacer sus cosas, y para trabajar.

Cuenta que, como a las 5:00 de la tarde de ese 20 de diciembre, dos individuos mayores de 60 años le solicitaron su servicio de mototaxi en la comunidad de Haina donde vivía.

Desde el principio sintió una corazonada de que algo le pasaría, pero jamás pensó que sería la última vez que vería este mundo, pero como la "necesidad tiene cara de hereje", decidió transportar a uno de los señores, mientras el otro lo seguía en una vieja motocicleta.

Le indicó que lo llevara a un lugar solitario y, una vez allí, Román le solicitó al pasajero que le pagara, que no quería seguir transportándolo. Es en ese momento en el que un individuo, conocido en Haina como Sandro el Malón, le lanzó en la cara un líquido frío que de inmediato comenzó a destruirle los ojos.  

Unos vecinos le ayudaron y le echaron agua, pero era poco lo que veía. Mientras, los atracadores se fueron sin logar su objetivo de llevarse su motocicleta porque el afectado la había apagado y tenía las llaves en un bolsillo.

"Eso me cayó; fue como agua fría, no me picó", narra. "En un descuido mío, el hombre me dio una trompada en el ojo izquierdo, que lo tengo desbaratado; me han operado cuatro veces".

Desde entonces su ojo izquierdo está totalmente inservible y con el derecho solo percibe levemente sombras. Está en manos de especialistas del Centro Cristiano de Servicios Médicos Los Americanos y del Centro Cardio-Neuro-Oftalmológico y Trasplante (Cecanot), quienes le dicen que es poco lo que se puede hacer por su precaria visión.

"Ellos (en Los Americanos) me dicen que me pueden poner una córnea, pero antes de ponérmela, hay que hacer un injerto; tienen que quitarle una telita a una gente que sea familia mía", cuenta. "Pero nadie quiere que le quiten una telita de sus ojos para ponérselo a otro".

Cuenta que la Policía apresó a el Malón, quien había salido de la cárcel tras cumplir 12 años por haber echado líquido en los ojos a otros motoristas. En centros de salud se ha encontrado con otros motoconchistas, unos 10 en total, que quedaron ciegos o con limitaciones visuales por la misma persona. El otro individuo, alegadamete murió en manos de la Policía

Otros intentos

Ese atraco fue el tercero, según declaró Román, porque en dos ocasiones anteriores intentaron despojarlo de su motocicleta.

 Uno de los atracos fue en el elevado de la avenida Ovando con Máximo Gómez, en el Distrito Nacional, pero en ninguno de los casos pudieron llevarle la motocicleta.

En el último caso tampoco se la robaron, pero Román se mudó de Haina a casa de su madre en Villa Mella, Santo Domingo Norte, y de ahí dos individuos se llevaron el motor después de haber pagado 55,000 pesos a la agencia que se lo financió. Ahora está sin vista, sin motocicleta y sin empleo, y vive de la caridad.

Indica que necesita alrededor de 5,500 pesos mensuales para los costos de los medicamentos del ojo derecho, la presión, y ahora le han descubierto problemas en la próstata. Tiene cinco hijos, dos mayores, pero que no le apoyan; solo su madre, quien le da la comida y le facilitó una habitación en su casa.

Aspira a que le faciliten la tarjeta "Supérate" y pueda tener los recursos que necesita cada mes para sus medicamentos. Ha buscado ayuda en el Patronato Nacional de Ciegos, para que le permitan manejarse en la ciudad y educarse en su nueva vida, pero dice que no ha encontrado mucho apoyo. Sí en la Asociación de Ciegos, que funciona en la avenida Expreso V Centenario, donde le han facilitado un bastón, que está aprendiendo a manejar.

También, dice que acudió al Consejo Nacional de Discapacidad (Conadis) para gestionar una pensión y le pusieron una cita para mayo del próximo año.

La situación le golpea constantemente y, en ocasiones, por su cabeza han pasado malos pensamientos que quiere evitar.

Solicita ayuda para seguir viviendo en su mundo de oscuridad. Puede ser contactado a los teléfonos 809-568-5435 y 849-474-5435.

TEMAS -

Licenciado en Comunicación Social por la universidad O&M. Ha ejercido el periodismo desde 1988 en radio, televisión y periódicos.