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Contaminación
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Cabildo de Santo Domingo Este busca solución a problema de la basura que llega al parque de La Barquita

SANTO DOMINGO ESTE. Como forma de enfrentar el problema de la gran cantidad de residuos sólidos que sigue llegando al parque fluvial Vieja Barquita y al río Ozama, el cabildo de este municipio iniciará un programa de capacitación y educación dirigido a las personas que viven en el entorno de las cinco cañadas para que no viertan sus desechos .

El alcalde Alfredo Martínez dijo que se trata de un programa de educación y concientización, pero que designará una comisión que trabaje el tema durante 30 días y dispondrá de equipos para recoger los residuos en la parte alta del sector con la finalidad de que esos residuos no se viertan en las cañadas y lleguen hasta el río.

Al analizar el artículo AM de este diario titulado: “La basura puede dejar de ser el paisaje”, de la subdirectora Inés Aizpun, el alcalde dijo que “tiene toda la razón” al plantear el problema, pero aclaró que la culpa de que esa basura llegue al parque y por ende al río no es suya porque los camiones recogen los desperdicios en las calles hasta donde tienen acceso.

“No tenemos la culpa de la falta de conciencia de la gente, pero vamos a trabajar, serán 30 días educando a la gente”, sostuvo Martínez.

Informó que mantiene contacto con la gente del Ministerio de Medio Ambiente y de la Unidad para la Readecuación de la Barquita y Entornos (URBE) con la finalidad de solucionar el problema.

En ese sentido, Felipe Decena, director de Limpieza y Aseo Urbano de Santo Domingo Este, explicó que ha habido comunicación permanente con el personal de URBE y se sumó al planteamiento del alcalde Martínez de que el problema es de orientación ciudadana porque los camiones son enviados a la zona.

Incluso explicó que disponen de un camión para recoger en las trampas o colectores que se han construido para que los residuos no lleguen al río, pero que debe haber un régimen de consecuencias para quienes lanzan la basura a las cañadas a pesar del servicio que ofrece el cabildo para recogerlos.

“Se hacen esfuerzos para buscar una solución y yo pienso que si fuéramos a un programa de educación y concientización ciudadana, de decirle a la gente de la parte alta, ponme la basura en un lugar y te voy a poner un servicio para recogerla, la situación sería diferente”.

Medio Ambiente

Aunque el decreto 16-13 integra al Ministerio de Medio Ambiente en la solución de los problemas de la Vieja Barquita y se extiende el parque Cachón de la Rubia hasta el espacio liberado, la entidad atribuye al cabildo municipal la responsabilidad del tema de los residuos sólidos aunque el lugar fuera declarado área protegida.

Sin embargo, se han coordinado acciones con la finalidad de evitar que la basura llegue hasta el río.

El artículo 4, letra F de la Ley 16-13 establece que es compromiso de la comisión: “Identificar soluciones técnicas que permita proteger el río Ozama de las acciones humanas y a sus riberas ante eventuales crecidas”.

El problema y los comunitarios

Son cinco las cañadas a cielo abierto que vierten sus residuos sólidos y líquidos al río Ozama. En los alrededores de cada cañada viven decenas de familias que solo dejan caer las fundas de basura de sus viviendas y descargan sus sanitarios en las cañadas.

Elías Montero, es un dirigente de la junta de vecinos del lugar y además afectado por una de las cañadas y afirma que la única solución al problema es que además de la concientización de la gente, hay que cubrir la cañada para que la gente no pueda tirar basura y permita que el agua de lluvia corra sin mayores obstáculos.

Cuenta que de nada sirve que hayan hecho “trampas!” para la basura a orillas del parque fluvial si cuando las cañadas bajan con mucha agua la basura se desborda y sigue hasta el parque y el río.

Hipólito Inoa vive también cerca de una de las cañadas en el barrio Puerto Rico y dice que viven muy mal por los malos olores de la cañada y la cantidad de basura, por lo que apeló a Dios y al Gobierno, que según dice, son los únicos que pueden resolver ese problema.

“Los niños míos no se enfermaban y ahora a cada rato hay que sacarlos para el hospital a media noche por la contaminación, muchas cucarachas, muchas ratas y ciempiés viven con uno ahí”.

Hilario Matos, primer vocal de la junta de vecinos de la periferia de La Barquita manifestó que ciertamente hay muchas personas que viven cerca de las cañadas que tiran la basura, pero que hay otros que suben hasta las calles sus residuos para que se los lleve el camión que va a la zona con regularidad.

“Cuando llueve, la embocada de lo que construyeron lo ingenieros se llena de basura, los camiones vienen y recogen 10 y 12 camiones de basura, pero eso va a seguir así todo el tiempo porque no está muy bien el trabajo que han hecho , eso lo tiene que hacer de otra manera como ponerle tubo hasta la parte de arriba para que no baje tanta basura”, sostuvo.

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