En Los Alcarrizos, más de 1,500 niños reciben clases en condiciones inhumanas

Esperan terminen una escuela que se construye hace cuatro años

Los Alcarrizos - ago. 29, 2019 | 08:43 p. m. | 3 min de lectura

En Los Alcarrizos, más de 1,500 niños reciben clases en condiciones inhumanas — Los niños se ponen sudorosos cuando se calienta el aluzín.

De entrada, el golpe de calor, la oscuridad y la cantidad de niños que, como sardinas, están confinados en un pequeño espacio, demuestra que el lugar no es apto para cultivar el intelecto humano, que carece de condiciones para un modelo de escuela.

Se trata de la “escuela” Rafael Kasse Acta, en el sector Los Americanos, en el municipio Los Alcarrizos, donde más de 1,500 estudiantes desde kínder hasta octavo grado reciben docencia en una edificación habilitada para esos fines mientras se edifica un plantel cerca del lugar, pero que lleva cuatro años en construcción.

Cuando no es el sofocante calor es la lluvia, peor siempre el hacinamiento que no deja que más de mil 500 niños reciban docencia en condiciones humanas, mientras, el plantel donde serían traslados tiene cuatro años a medio construir.

Rafael Urbáez, presidente de la Asociación de Padres y Amigos de la Escuela, apeló a la sensibilidad del presidente Danilo Medina y del ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, para que aceleren los trabajos en el plantel que se construye y los estudiantes puedan educarse en otro ambiente.

“Nosotros vivimos en agonía, en desesperación, cuando llueve, los niños tenemos que enviarlos a su casa porque todo esto se inunda y en tiempo de calor no se aguanta, aquí se pagan 80 mil pesos que si termina la escuela nueva el Estado se ahorraría esos recursos y los estudiantes estarían como manda Dios”, dijo.

Pese a las precariedades y las condiciones adversas para el aprendizaje, los alumnos muestran un alto grado de educación, saludan a coro y se paran de sus asientos cuando entra cualquier visita a las inadecuadas aulas.

La escuela lleva más de 10 años formando niños y jóvenes, pero cinco en espera del nuevo plantel en el que se trabaja a paso de tortuga. La edificación ya se ve vieja en su pintura por el paso de tiempo, excepto el comedor en el que se trabaja lentamente. A pocos metros existe el politécnico Federico Henríquez y Carvajal que está en funcionamiento.