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En Mata los Indios hay gente que vive, pero no existe legalmente

En esa comarca de cinco miembros de una familia, tres no tienen documentos de identidad

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En Mata los Indios hay gente que vive, pero no existe legalmente
Comunidad Mata los Indios, Villa Mella

Evangelista Núñez Doble o Margarita, nació hace 76 años en la comunidad Mata Los Indios en Villa Mella, Santo Domingo Norte, donde siempre ha vivido, pero legalmente, es invisible, no existe, no tiene derechos porque carece de documentos de identidad, a pesar de que hace más de 10 años inició un proceso para obtenerlos.

No sabe leer ni escribir, pero tampoco sabe si sus padres les dejaron documentos de identidad, al menos nunca se lo dijeron, ni se los entregaron. En la Junta Central Electoral aparece registrada Evangelista Núñez Doble y supuestamente todos los datos coinciden con su identidad, pero ella siempre creyó que se llamaba Margarita.

Es una de 12 hermanos de padre y madre que sí tienen sus documentos y que, como ella, nacieron en esa comunidad donde todo los viejos y jóvenes los conocen. Cuenta que sus vecinos, la mayoría familiares, testimonian que es nativa del lugar y lo afirman con la seguridad de que “si a esa señora la sacan de aquí a la capital, no sabría regresar porque pocas veces en su vida ha salido de este sector”.

“Nunca he tenido papeles, mi mamá murió y nunca me dijo que había papeles, después a lo mejor si me dio papeles y se perdieron, pero nunca me dijeron que tenía papeles yo tuve cuatro hijos, ya están todos casados, cuando se necesita algo legal es con los documentos de mi marido que se hace”. En la Junta aparece que Evangelista es hija es Angélica Doble Cleto y le decían Leopoldina.

De acuerdo con Josefina Tavárez, una líder cultural de Mata Los Indios que desde hace 10 años ha luchado con la anciana para que tenga sus documentos, la encargada la del departamento de Delegaciones y Alcaldía de Santo Domingo Norte, Altagracia Bautista, se niega a reconocer el derecho de Margarita y no le entrega una certificación para que la Junta Central Electoral le otorgue su acta de nacimiento tardía.

Afirma que esa señora insiste en que Margarita o Evangelista es haitiana por su oscuro color de piel, pero sus otros hermanos son idénticos a ella, pero con esos no hay problemas, todos tienen sus documentos.

Bautista, entrevistada por Diario Libre, dijo que no tiene inconveniente en entregar la certificación de la Alcaldía para que pueda acudir a la Junta, pero que se requiere que se le entregue el documento de defunción de la madre de la solicitante, que según dijo, es un requisito indispensable. El alcalde pedáneo es el encargado de certificar ante la Alcaldía el nacimiento de una persona en casos como ese de declaración tardía y en este caso el que había falleció.

Margarita o Evangelista no es la única que tiene ese problema en Mata Los Indios, de acuerdo con Josefina Tavárez, directora del Museo de los Congos y trabajadora cultural de la localidad, en cada familia de esa comarca se repite el problema, en algunos casos de cinco miembros de una familia tres, carecen de documentos, según estudios que ha hecho como dirigente cultural de la zona.

Una de las razones de por qué hay tanta personas sin declarar y sin documentos de identidad es que desde la antigüedad los ancianos enseñaron a sus descendientes a no ofrecer a nadie su nombre verdadero para evitar que les hicieran “daño”, es decir brujería, y por esa causa casi todos los residentes en ese lugar tienen dos nombres: uno de pila y otro de apodo. Muchas veces y guardando esa tradición, la gente se registra con el apodo, pocas veces con el nombre verdadero, sobre todo los de mayor edad. Otra de la razones del alto índice de personas sin declarar en Mata Los Indios es el costo y la burocracia en el proceso de trámite de documentos, mucha gente los inicia y como les dan larga, se cansan y no les dan continuidad.

“Por ejemplo, la señora Altagracia Bautista cada vez que nos vez nos trata mal, dice palabras que nosotros no queremos oír, no enfadamos y eso no procede, cuando vas a una oficina del Estado no es a buscar problemas es que le resuelvan uno va a la declaración tardía se encuentra con problemas más grande y por eso la gente deja de ir a los estamentos y hay que buscar dinero, se pasa hambre y dedicar tiempo, la gente aquí es chiripera, vive de lo que consigue en el día”, indica Josefina Tavárez.

Francisca Jiménez es una joven que en el 2012 dio a luz a su hija en la Maternidad La Altagracia y que por alguna razón no dio su nombre correcto y ahora su hija no puede obtener su cédula de menor.

Admite que fue su error porque cuando fue a parir dio el nombre de Yaniris Martínez y con ese registraron a su hija: “No di el nombre correcto porque no estaba orientada de qué debía decir. Me registraron con el apodo por eso no he podido declarar a mi hija que el 26 de octubre va a tener 17 años, entonces fui el lunes y me pusieron cita, pero tengo que buscar 10,000 pesos”, cuenta.

Indica que su segundo hijo lo declaró con el nombre de Francisca Jiménez porque así decía el acta de nacimiento que le entregó su madre.

El caso de Pura Sánchez es otra muestra más de los muertos vivientes que existen en Mata Los Indios pues desde el primer año cría una niña, hija de una sobrina suya, que es ahora una adolescente de 16, pero que no tiene acta de nacimiento.

En una ocasión quiso declararla junto a su esposo, pero tuvo miedo por la reacción que pudo haber tenido el padre real de la niña.

“Yo tenía miedo de declararla con el esposo mío, al menos que tuviera la autorización del padre real porque que aunque abandonan a los hijos a veces reclaman la paternidad, entonces el papá me dijo que la iba a declarar conmigo, pero no con la mamá de la niña porque eso fue un pasado que tuvieron, pero estaba indeciso”.

Josefina Tavárez entiende que la Junta Central Electoral tiene un gran trabajo que realizar en esa comunidad, pero que deben tener conciencia de los pobladores de esa comarca.

“Los villamelleros o la mayoría, tienen dos nombres, los antiguos y los de ahora porque en la tradición no les gustan dar el verdadero nombre por si acaso los espíritu deciden cualquier cosa, me decía don Casimiro Minier, en realidad son creencias, son mitos y hay que aceptar eso como válidos porque son creencias de las personas mayores”, cuenta.

Indica que los alcaldes pedáneos tienen un papel importarte en ese proceso, aunque reconoce que ya las mujeres no paren en la comunidad, que las comadronas han desaparecido, pero que hay muchas personas de edad avanzadas y jóvenes que no están declaradas y por ende para la ley no existen, no son sujetos con documentos ni de beneficios como un seguro de salud.

TEMAS -

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Dominicana O&M. Ha ejercido el periodismo desde 1988 en radio, televisión y periódicos.