Este mes URBE termina desalojo de Los Guandules

SANTO DOMINGO. La Unidad para la Readecuación de la Barquita y Entornos (URBE) informó que antes de que finalice el año serán trasladadas las 782 familias que viven en la zona de alto riesgo en el sector de Los Guandules.

En rueda de prensa, la entidad indicó que para febrero del próximo año concluirá la totalidad de los traslados, que suman 1,400 familias. El director ejecutivo de URBE, José Miguel González Cuadra, dijo que el proceso de licitación de las obras del Paseo del Río están en curso y que ya fueron aprobados por el Ministerio de Educación los diseños y planos para las escuelas e instancias infantiles que se van a construir como parte del proyecto.

“Al día de hoy(ayer) hemos trasladados 276 familias lo que representa un 19% de las familias a trasladar ubicadas a orilla del río Ozama. Cada familia ha sido trasladada al lugar que ellas han indicado. Un 38% ha permanecido en el barrio, un 58% en la zona metropolitana, un 3% ha elegido regresar al interior del país y un 1% de casos especiales que son aquellos que ameritan ser trasladados a un centro de atención”, informó González Cuadra.

El ambiente

Entre tristeza y alegría, familias de Los Guandules continuaron ayer el proceso de mudanza y posterior desalojo por parte de la Unidad para la Readecuación de la Barquita y Entorno (URBE) que busca adecuar ese sector y La Ciénaga a una mejor convivencia humana.

Desde temprano comenzaron a llegar los policías que se encargan de la seguridad y los empleados de la empresa que tienen la responsabilidad de trasladar las propiedades de las familias a los lugares que indiquen.

Algunos lo hacen por su propia cuenta y suben lo poco que tienen en pequeñas camionetas con el sueño de encontrar otro lugar donde comprar una “mejora” para iniciar una nueva vida, pero muchos chocan con la realidad y confirman que lo que parecía mucho dinero no alcanza para comprar un lugar donde vivir.

La nostalgia se apoderó de algunos, que luego de muchos años, dejaban el lugar cargados de recuerdos, a su gente y hasta costumbre. Esta vez el ambiente era de tranquilidad y calma en algunos, pero de expectativas en otros que todavía ni se ha hablado con ellos.

Keyla Montero es una de ella, tiene tres hijos, uno de ellos enfermo y está embarazada de mellizos y desde hace años vive en una casita alquilada, pero con ella nadie ha hablado. Han desalojado sus vecinos de casitas de los lados y adelante, pero donde vive quedó solitaria porque dizque ahora esa es área verde.

“Nosotros estamos aquí esperando, mira se llevaron la vecina de ahí y de allí y a nosotros nos dejaron aquí. Ahora dicen ellos (URBE) que eso es área verde, yo estoy esperando a ver qué es lo que van a hacer con nosotros”, dijo.

Ella no sabe lo que va a hacer y solo espera la decisión de las autoridades, aunque por momento reacciona furiosa por la falta de información.

El promedio de familias trasladados y sus casas derribadas es de 25 por día, pero de acuerdo con vecinos esta vez los trabajos están más lentos.

Adalberto de la Rosa