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Historia dominicana
Historia dominicana

Río Abajo, Almacén del Yuna, San Antonio del Yuna, Villa Riva

Gregorio Riva fue un importante impulsor del desarrollo de esa región

El apellido correcto no es Rivas sino Riva

Aquí tenemos otro caso de cambios de nombres para un pueblo del territorio dominicano. Se trata de un antiguo poblado a orillas del río Yuna, que ha tenido en su historia varios nombres, que analizaremos en este corto trabajo.

El vasto valle de La Vega Real tiene como su río principal el Yuna, que es el más caudaloso de todo el país, naciendo en la sección Los Quemados en la Cordillera Central, cerca de Bonao y desembocando en la Bahía de Samaná, con un recorrido de 210 kilómetros. Riega una vasta y rica región, en donde crece la mayor cosecha de arroz del país.

Un pequeño poblado a orillas del río Yuna se llamó, adecuadamente, Río Abajo, pues en efecto estaba ya donde desembocaba el río en la Bahía de Samaná. Este nombre lo registra el historiador vegano Mario Concepción en un trabajo llamado “Nombres Antiguos de Pueblos Dominicanos”.

El Yuna era tan profundo que, desde su desembocadura cerca del actual pueblo de Sánchez, se podía navegar río arriba por algunos kilómetros, por lo que se utilizaba para transportar mercancías y personas en ambas direcciones. A falta de caminos era una única opción. Era el lugar hasta donde podían llegar barcos (por supuesto de poco calado), y allí se erigió un almacén, de modo que las mercancías se podían guardar sin que se dañaran al aire libre. La idea de ese entonces era que si se dragaba y canalizaba bien el río, navíos de mayor calado podían subir más alto todavía. Esa idea la fomentó Gregorio Riva y a él se le atribuye la erección del almacén. Seria por los años de 1875, según lo señala Rufino Martínez en su biografía de este señor. El nombre de Almacén del Yuna surgió, pues, de forma automática sin ninguna disposición oficial y desapareció el nombre de Río Abajo.

Pero ese plan no se llevó a cabo, principalmente porque en esos mismos años se construyó el ferrocarril que unía a La Vega con Sánchez, estando este último pueblo en el fondo de la bahía de Samaná y por lo tanto los pasajeros y mercancías del valle de La Vega Real podían ser transportados fácilmente en tren y la canalización del río no resultaba necesaria. Pero en dicho Almacén del Yuna había una estación del ferrocarril, por lo que el lugar continuaba con importancia, pues allí se podían recoger las cosechas de esa región para enviarlas a Sánchez.

En el año 1885 una ley creó la provincia Espaillat y entre sus comunes se mencionaba la común de San Antonio del Yuna. Ya tenemos su segundo nombre, pues no es un almacén sino un municipio con el nombre de un santo. No sabemos a qué se debió ese segundo cambio, pero probablemente fue a petición de los habitantes del lugar que querían honrar un santo patrón.

El pueblo creció poco a poco a medida en que el transporte ferroviario iba en ascenso. En el almacén de San Antonio del Yuna, a orillas de los rieles, se guardaba carbón y agua que necesitaba la locomotora y por tanto tenía talleres y tanques.

Gregorio Riva siguió siendo un importante impulsor del desarrollo de esa región, donde se inició la siembra de arroz, pues el terreno era cenagoso y apto para ese cultivo. Riva murió en el año 1889 y año siguiente el Congreso Nacional le dio el nombre suyo a ese pueblo.

Debemos aclarar aquí que el apellido correcto no es Rivas sino Riva, lo que hemos verificado con descendientes del homenajeado.

Con el progreso general del país y el aumento de la población, Villa Riva fue creciendo y manteniendo su importancia por ser punto de pasada del ferrocarril, pero cuando se inició el período de construir carreteras, los trenes dejaron de tener importancia, hasta el punto de que en la década del 1950 se cerraron y Villa Riva decayó y dejó de ser centro de comunicaciones.

Pero ese decaimiento no fue permanente y el municipio ha ido creciendo constantemente, al mismo ritmo que el de la República Dominicana. Vemos las estadísticas que nos dicen que en el censo del año 1935 la común tenía 3,384 habitantes. Ese número subió a 16,048 en el censo del 1950. El último censo nacional, del año 2010, nos dice que ese municipio tiene 33,36 habitantes.

Vemos en este corto trabajo cómo se fue cambiando el nombre de este pueblo a través de los años, para confusión de sus habitantes. Ojalá no se le ocurra a alguien buscarle otro.

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