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Correa con esperanza de hallar vivos a mineros atrapados

QUITO.— El presidente Rafael Correa visitó el miércoles el yacimiento de oro donde dos mineros están desparecidos desde hace cinco días tras un derrumbe, y manifestó su esperanza que "si Dios quiere, encontrarlos vivos".

El mandatario visitó la mina Casa Negra, cerca de la población de Portovelo, 400 kilómetros al suroeste de la capital, donde pidió que "siempre mantengamos la esperanza, sigamos con toda la energía para que todo sea positivo".

Destacó que "se ha hecho lo humanamente posible" para encontrar a los dos mineros atrapados junto a otros dos que fueron hallados muertos al día siguiente del colapso del yacimiento ocurrido el viernes. Uno de los fallecidos fue el peruano Paúl Aguirre, cuyos restos fueron enviados a su país.

"El objetivo es llegar a los compañeros mineros y, si Dios quiere, encontrarlos vivos", agregó. Fueron identificados como Angel Vera y Pedro Mendoza.

Correa también se reunió con las esposas y familiares de los dos mineros desaparecidos.

Un nuevo deslizamiento volvió a retrasar la operación de rescate el miércoles cuando un deslizamiento de tierra y lodo taponó la entrada del socavón, informó César López, técnico de la propietaria de la concesión, la empresa Minesadco.

Previamente, el ministro interino de Recursos Naturales No Renovables, Carlos Pareja, quien lleva varios días en la zona, aseveró que "se mantiene latente la esperanza de que se encuentren con vida".

"Hay que retirar todo el material de ese punto para poder subir y ver a unos 15 metros hacia arriba si están donde deben estar", un sitio a unos 150 metros de profundidad, donde no falta agua ni oxígeno.

Precisó que la madrugada del miércoles los rescatistas encontraron las linternas de los dos mineros amarradas y una bota, lo que indicaría que las labores están cerca del lugar en que se encontrarían.

Decenas de rescatistas cumplen turnos de 24 horas a 150 metros de profundidad para desbloquear una galería del derrumbe que atrapó a los mineros. No se usa maquinaria para la excavación porque la vibración provocaría nuevos deslizamientos, han advertido los expertos.