Dominicanos de ascendencia haitiana denuncian trabas en derecho nacionalidad
Los grupos de personas hicieron la denuncia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
WASHINGTON.- Grupos de personas nacidas en la República Dominicana con ascendencia haitiana denunciaron hoy "discriminación" y trabas por parte de las autoridades dominicanas para acceder o incluso mantener la nacionalidad, lo que, a su entender, llega a derivar en casos de "apátrida".
En una audiencia celebrada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hasta 38 grupos cívicos distintos lamentaron los casos "cada vez más comunes" de personas que, habiendo sido inscritas en su nacimiento en el libro de nacionales dominicanos, han sido trasladadas luego a los registros de extranjería.
"Los dominicanos de ascendencia haitiana sufrimos una discriminación institucional sistemática que ha empeorado durante los últimos años", se quejó Noemí Méndez, miembro del centro jesuita Pedro Francisco Bonó. Además, los peticionarios también expusieron ante la CIDH los casos de aquellos padres que no han podido inscribir a su recién nacido en el registro por culpa de su ascendencia haitiana, así como de los jóvenes que, habiendo cumplido 18 años de edad, no han tenido acceso a un documento de identidad.
"Pedimos que el estado dominicano reconozca y restituya los derechos vulnerados a los haitianos", remachó Méndez, quien emplazó a los miembros de la comisión a realizar un viaje a la República Dominicana para contrastar la situación "in situ".
"En República Dominicana, como en el resto del mundo, no existen sistemas infalibles", defendió el embajador dominicano ante la Organización de Estados Americanos, Roberto B. Saladín, quien negó la existencia de discriminación y justificó los posibles casos como errores aislados.
"No existe en nuestro país una política discriminatoria", sentenció Saladín, quien explicó que en los casos en los que no puede establecerse fehacientemente la nacionalidad de un recién nacido en el país, "se asume que éste es dominicano".
En cambio, en caso que sí pueda probarse que el recién nacido es "hijo de extranjeros que ingresaron ilegalmente" en el país, existe un régimen especial para ellos, "pero en ningún caso se cae en la apatridia", garantizó el embajador.
"La legislación no contempla el otorgamiento de la nacionalidad automática a los hijos de quienes ingresan en la República Dominicana de manera ilegal", concluyó. Por su parte, el comisionado chileno de la CIDH Felipe González advirtió sobre la preocupación del organismo sobre este asunto y lamentó que "no se hayan visto transformaciones significativas" desde la última vez que llegaron a la CIDH denuncias similares.
En una audiencia celebrada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hasta 38 grupos cívicos distintos lamentaron los casos "cada vez más comunes" de personas que, habiendo sido inscritas en su nacimiento en el libro de nacionales dominicanos, han sido trasladadas luego a los registros de extranjería.
"Los dominicanos de ascendencia haitiana sufrimos una discriminación institucional sistemática que ha empeorado durante los últimos años", se quejó Noemí Méndez, miembro del centro jesuita Pedro Francisco Bonó. Además, los peticionarios también expusieron ante la CIDH los casos de aquellos padres que no han podido inscribir a su recién nacido en el registro por culpa de su ascendencia haitiana, así como de los jóvenes que, habiendo cumplido 18 años de edad, no han tenido acceso a un documento de identidad.
"Pedimos que el estado dominicano reconozca y restituya los derechos vulnerados a los haitianos", remachó Méndez, quien emplazó a los miembros de la comisión a realizar un viaje a la República Dominicana para contrastar la situación "in situ".
"En República Dominicana, como en el resto del mundo, no existen sistemas infalibles", defendió el embajador dominicano ante la Organización de Estados Americanos, Roberto B. Saladín, quien negó la existencia de discriminación y justificó los posibles casos como errores aislados.
"No existe en nuestro país una política discriminatoria", sentenció Saladín, quien explicó que en los casos en los que no puede establecerse fehacientemente la nacionalidad de un recién nacido en el país, "se asume que éste es dominicano".
En cambio, en caso que sí pueda probarse que el recién nacido es "hijo de extranjeros que ingresaron ilegalmente" en el país, existe un régimen especial para ellos, "pero en ningún caso se cae en la apatridia", garantizó el embajador.
"La legislación no contempla el otorgamiento de la nacionalidad automática a los hijos de quienes ingresan en la República Dominicana de manera ilegal", concluyó. Por su parte, el comisionado chileno de la CIDH Felipe González advirtió sobre la preocupación del organismo sobre este asunto y lamentó que "no se hayan visto transformaciones significativas" desde la última vez que llegaron a la CIDH denuncias similares.
Diario Libre
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