El alto costo económico del embarazo en adolescentes
Por primera vez, se estudió lo que gasta el país en atención de salud de adolescentes embarazadas, cuya tasa se sitúa en 22%. El informe, publicado ayer por UNFPA e Intec, calcula en RD$2,103, 345,307. 8 el gasto anual, y pone en contraste que el programa de prevención sólo costaría RD$389 millones. Por Yvonny Alcántara/Redactora Senior
República Dominicana gasta al año RD$2,103,345,307.8 en atención de salud para adolescentes embarazadas, lo que representa el 5% del gasto público total en salud presupuestado para este año, que asciende a RD$39,000,000,000. El gasto es además, 33 veces superior a la inversión que conllevaría la implementación del Programa de Prevención de Embarazos en Adolescentes del Ministerio de Salud Pública, que se pautó en RD$389 millones para seis años (RD$64.83 millones cada año).
La reveladora cifra aparece en los resultados preliminares del estudio "Costo del Embarazo y la Maternidad en la Adolescencia en la República Dominicana", realizado por primera vez en el país por el economista Jeffrey Lizardo, bajo el patrocinio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la universidad Intec. Se estima que al año, 50,000 adolescentes dominicanas llegan a un embarazo de término, posicionando al país en el puesto cinco dentro de las ocho naciones de Latinoamérica con mayores incidencias.
Sin embargo, Lizardo dice que la estimación del costo global es "conservadora", ya que el estudio no registra los gastos en casos de abortos, infecciones de transmisión sexual, complicaciones del recién nacido, mortalidad materna, ni el primer año de vida del niño. Los servicios que incluyó fueron: detección de embarazos, atención durante parto, atención del puerperio (riesgo) y atención del recién nacido.
Según el estudio, el costo per cápita del servicio de salud del embarazo y maternidad en adolescentes está entre RD$14,481 y RD$20,410 en hospitales públicos; entre RD$23,717 y RD$34,598 en hospitales descentralizados, y entre RD$55,059 y RD$56,776 en las clínicas.
Se acepta que una adolescente embarazada debe ir a ocho consultas durante el proceso de gestación, pero el estudio evidenció que en el país el promedio es seis, "lo que indica que las adolescentes no llegan temprano al sistema de salud para los controles prenatales", lo cual es un riesgo. La falta de detección a tiempo puede degenerar en complicaciones de salud para la madre y el bebé, y más gastos para el sistema.
Está comprobado que las adolescentes embarazadas tienen mayores riesgos de sufrir preclampsia (presión alta), anemia, infecciones vaginales, de tener bebés bajos de peso y prematuros y, de morir al momento del parto. Con las complicaciones, los gastos de salud para este segmento aumentan de un 11% a un 14%, destaca el informe.
Hospitales gastan más
El mayor gasto del sistema de salud nacional para adolescentes embarazadas se da en los hospitales, que destinan al año RD$1,189,221,506.5. Esto se explica por la relación directa que hay entre embarazos a temprana edad y pobreza, y en que, los más pobres son los que van al sistema público.
En las clínicas privadas, el gasto estimado es de RD$914,123,801.4; mientras las familias aportan RD$729 millones.
Lizardo explicó que el método usado para el estudio fue "costeo, según protocolos de atención", validado a través de consultas a expertos y encargados de programas. Se tomó como base las dos maternidades más grandes del país, y un hospital municipal, así como datos del sistema de la seguridad social, y encuestas anteriores como Endesa y Enhogar.
Preocupante
La tasa de embarazos entre chicas de 15 a 19 años en el país es de 22%; en tanto, la tasa de fecundidad es de 98% en este segmento. En los dos renglones, RD está por encima de la región. Sin embargo, estas tasas podrían ser más altas, ya que se desconoce a cuánto asciende la cantidad de niñas de 10 a 14 años que están embarazadas.
Precisamente a este segmento, enfocó el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) su informe sobre el "Estado de la Población Mundial 2013", publicado ayer en 150 países. El llamado principal es a poner atención a la maternidad en las niñas que tienen entre 10 y 14 años, cuya realidad es casi siempre invisible, por la falta de registro.
En el informe, Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del UNFPA, da en el clavo cuando describe lo que significa el embarazo en la vida de una adolescente. "Cuando una adolescente queda embarazada, cambia totalmente su presente y su futuro, y en rarísimas ocasiones para bien".
Y es que generalmente, cuando llega el embarazo a la vida de una niña o adolescente, se reducen drásticamente sus posibilidades de salir de la pobreza, porque casi siempre implica deserción escolar, y con ello, se va la posibilidad de insertarse en el mercado productivo de forma competitiva. "En todos los estudios a lo largo del informe está demostrado que una niña fuera de la escuela es potencialmente mucho más propensa a embarazarse que una que esté en la escuela", precisa Sonia Vásquez, representante local del UNFPA.
Al socializar los resultados del informe con actores locales, Vásquez destacó las causas sociales subyacentes que facilitan que una niña o adolescente se embarace. Citó la desigualdad de género, los obstáculos a los derechos humanos, matrimonios infantiles arreglados, violencia y coacción sexual, falta de acceso a educación y la pobreza.
Resaltó el vínculo entre pobreza y embarazos en adolescentes, argumentando que el 95% de las menores que se embarazan viven en países en desarrollo. Otro factor determinante es la educación sexual. "Está demostrado que a mayor información y a mayor educación, más tarde se inician en la relación sexual nuestras adolescentes, nuestros niños y niñas", dijo Vásquez.
La representante del UNFPA lamentó que la educación sexual en el sistema educativo dominicano sea todavía una aspiración, al señalar que para 2010, sólo en el 9.4 de las escuelas se impartía el Programa de Educación Afectivo-Sexual (PEAS), y para el año pasado, sólo el 7% de los estudiantes recibía educación afectivo-sexual.
Esta revelación, a juicio de Magaly Caram, directora de Profamilia, es una "vergüenza". Durante la presentación del informe, lamentó que el Ministerio de Educación, llamado a incluir la educación afectiva-sexual en las escuelas, siga "secuestrado" por "intereses religiosos-políticos". "Estamos todavía con mucho miedo. Cuándo el gobierno va a perder el miedo, cuándo va a insertar un programa de educación sexual", se preguntó.
Iniciarse en las relaciones sexuales sin la información adecuada arriesga a las niñas y adolescentes a embarazos no deseados y a contraer infecciones de transmisión sexual.
Prevención
Ante el cuadro evidenciado por los dos informes, Lizardo consideró imperativo tomar acciones para que lleguen los recursos necesarios para el plan de prevención de embarazos en adolescentes.
Y Vásquez agregó que se precisa dar a las niñas y adolescentes alternativas para planificar su futuro, es decir, opciones para estudiar, para divertirse, para socializar, para ser actores de grupos sociales, a fin de que se les permita ver que existen más alternativas de vida, que embarazarse para tratar de salir de la pobreza.
A nivel general, el UNFPA aboga por un abordaje del tema con bases más amplias que desarrollen el capital humano de las niñas.
El mayor gasto del sistema de salud nacional para adolescentes embarazadas se registra en los hospitales públicos, con 1,189,221,506.5 pesos al año.