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¿Escondidas o protegidas?

Las Casas de Acogida, necesarias para una salida a la violencia

SANTO DOMINGO. En el país funcionan dos Casas de de Acogida o Refugios para brindar protección a la mujer y a sus hijos en riesgo severo, derivado de la violencia de género o intrafamiliar. Estos dos centros han brindado asistencia en los últimos dos años a más de 500 víctimas.

Ubicadas en lugares desconocidos para el público e incluso para empleados del Ministerio de la Mujer, institución de la cual dependen, estos refugios acogen a la mujer amenazada, a sus hijos, a su madre y hasta a la abuelita si también corren peligro.

Sólo en los primeros nueve meses de este 2012, las Casas de Acogida han admitido a 299 personas refugiadas; en el 2011 fueron 118 mujeres con sus hijos -144 niños y niñas- lo que totaliza 262 admitidos, según las estadísticas del Ministerio de la Mujer.

"Para mí, eso fue lo mejor", dice Sandra, una de las mujeres que han pasado por esos centros para proteger su vida.

Sandra -nombre ficticio- fue admitida junto a sus dos hijos, de 2 y 5 años, el mismo día en que se presentó a poner la denuncia en la Fiscalía, luego de ser herida con arma blanca por el padre de los niños, que en reiteradas ocasiones amenazó con matarla.

Permaneció 21 días y dice no quejarse del trato recibido, que incluyó apoyo emocional. "De los alimentos no me quejo. Me daban la leche para los niños, los pañales e incluso los medicamentos si los requerían", indica.

A pesar de que a su agresor no ha sido apresado porque, dice, "no se ha dejado ver", Sandra abandonó el refugio por decisión propia: consideró que no podía estar ausente por más tiempo en su trabajo.

Una de las Casas funciona como solución de emergencia, en la que las mujeres son acogidas por un período limitado de 12 a 24 horas, prorrogables a una semana y máximo un mes. Tiene capacidad para albergar a cuatro mujeres, con sus hijos e hijas menores si los tuvieran, para un total de 16, según Gloria Peralta, coordinadora de esas instituciones.

La otra Casa es la modelo, en la que la estadía es de 30 días, prorrogables a un máximo de tres meses, hasta que apresen el agresor. Aquí se alberga a un total de 12 mujeres con sus vástagos, con capacidad para un total de 40 refugiados.

El ingreso a estos refugios es voluntario y cuando las mujeres desean abandonarlos pueden hacerlo en el momento que quieran.

Las Casas de Acogida son administradas por un Consejo de Dirección, presidido por la Ministra de la Mujer e integrado por representantes del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, la Procuraduría General de la República, del Organismo Rector de Niños, Niñas y Adolescentes y la representante de una organización no gubernamental (ONG) que trabaje el área de asistencia a este tipo de víctimas, según lo indicado en el Reglamento para la Aplicación de la Ley No. 88-03, que crea estos refugios.

Procedimiento de admisión

Peralta expone que es el Ministerio Público el que, a través de una evaluación a la víctima, refiere a la mujer maltratada a las Casas de Acogida.

"La Fiscalía evalúa el caso a través de un cuestionario que se llama evaluación de riesgo, el que arroja la peligrosidad del caso", dice.

Cuando la mujer maltratada, por su situación de vulnerabilidad requiere ser admitida y no es referida por el Ministerio Público, si el caso fue atendido en las oficinas provinciales del Ministerio de la Mujer, la abogada de esa entidad hace las gestiones que sean necesarias para que el fiscal la remita al refugio.

"Las abogadas pelean cualquier cosa con la fiscal" para que se les preste la debida atención a los casos, sostiene.

Aclara que si la víctima tiene adicción, trastorno mental o tiene una enfermedad terminal, no entra a las Casas de Acogida, porque le corresponde a Salud Pública o a su familia hacerse cargo de esas mujeres.

Recursos insuficientes

La Ley 88-03 que instituye las Casas de Acogida o Refugios establece que el 1% de las recaudaciones por concepto de la Ley de Porte y Tenencia de Armas de Fuego y el 1% de las multas pagadas por los condenados por la Ley 24-97, de violencia intrafamiliar, serán destinadas a las Casas de Acogida, recursos que, según Peralta, son insuficientes para sostenerlas.

La ley 88-03 dispone, asimismo, que se les debe asignar una partida del Presupuesto General de los Gastos Públicos.

"La pasada semana tenían 38 personas de todas las edades, a las que se les da desayuno, almuerzo, merienda, cena, pampers, jabón para bañarse, pasta dental, diferentes tipos de leche. Todo lo que se necesita en un hogar", asevera Peralta.

Dice que el dinero por las recaudaciones del 1% a la tenencia y porte de armas de fuego y por las multas a los agresores, llega a los dos refugios, "pero no es suficiente, necesitamos más aportes de las instituciones, como también necesitamos más casas de acogidas".

La ministra de la Mujer, Alejandrina Germán, dice que el objetivo de esa institución gubernamental es lograr que en cada provincia del país haya una Casa de Acogida para las sobrevivientes de la violencia intrafamiliar y sus hijos.

Oficinas Provinciales y Municipales

También, otras manos amigas a las que pueden acudir las víctimas de la violencia de género o intrafamiliar son las 52 Oficinas Provinciales y Municipales de la Mujer, las que cuentan, cada una, con una psicóloga y una abogada, que se encarga de los casos que llegan a esa unidad y los somete a la Fiscalía que corresponda sin que ello implique que se desentienda del expediente hasta que concluya el proceso judicial.

"Cuando las mujeres acuden ahí son recibidas por una secretaria o por la encargada, luego las entrevista la psicóloga y dependiendo del caso se pasan a la abogada que las orienta. Si ella va con un problema de violencia, la abogada la acompaña a la unidad de atención de la Procuraduría Fiscal, para poner la denuncia hasta que el agresor esté preso", afirma Peralta.

Asegura que la abogada asiste a la mujer que acude a la oficina provincial durante todo el proceso judicial y no suelta el caso hasta que al agresor se le haya dictado la sentencia que lo condene o lo absuelva, "sin recibir ni un centavo".

"El Ministerio Público hace sus investigaciones de lugar y la abogada (de la oficina provincial) hace también sus investigaciones para armar el expediente", detalla la coordinadora de las Casas de Acogida.

Ver mapa con dirección y teléfono de las Oficinas Provinciales y Municipales de la Mujer

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