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Homero Figueroa: “La oposición tiene que decir algo para existir”

Homero Figueroa dirigirá la comunicación de la administración del presidente Luis Abinader, desde la nueva Dirección de Estrategia y Comunicación Gubernamental (DIECOM). Será, además, el portavoz de la Presidencia.

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Homero Figueroa: “La oposición tiene que decir algo para existir”
La comunicación del Gobierno se coordinará desde el DIECOM, dirigida por Homero Figueroa. (EDDY VITTINI)

El presidente Luis Abinader decidió cambiar en su mandato la estructura que manejó la comunicación oficial que prevaleció en las últimas décadas al crear el Sistema de Comunicación Gubernamental, bajo el control de la Dirección de Estrategia y Comunicación Gubernamental (DIECOM).

Al frente de ese organismo está Homero Figueroa, quien propone un nuevo estilo en la relación con los medios de comunicación en el flujo de las informaciones y, sobre todo, está decidido a ajustar a todas las instituciones públicas a la misma línea estratégica.

Con 56 años de edad y una larga carrera profesional, Figueroa se involucró en política abiertamente por primera vez en las elecciones pasadas. Tras la toma de posesión del presidente Abinader, fue nombrado director de Información, Análisis y Programación Estratégica (DIAPE), institución absorbida por la DIECOM.

—¿Cómo plantea la nueva comunicación del Gobierno?

Por primera vez se integraron varias instituciones que impactan la estrategia y la comunicación del Gobierno y de todos los entes que componen el Poder Ejecutivo. Nunca antes en la historia ningún funcionario ni ninguna estructura acumuló tal responsabilidad

Este es un paso importante, porque una buena comunicación tiene que estar basada en una estrategia con una visión de corto, mediano y largo plazo. Sí, vamos a tener una línea de comunicación unificada y coordinada, porque el Gobierno es un ente que debe tener coherencia y, hasta ahora, en materia de comunicación, actuaba de manera dispersa. Yo creo que eso nos restaba mucho, nos quitaba productividad y efectividad. Se podía confundir el mensaje fundamental que el Gobierno quería llevarles a los ciudadanos, y ahora vamos a corregir eso. Lo importante es que todos los componentes del Gobierno están conscientes de que esto era necesario y están colaborando para que ocurra. Es mi responsabilidad.

—¿Significa que ahora va a ser difícil hablar con los ministros?

No, es todo lo contrario. Significa que va a haber más facilidad para hablar con todos los miembros del Gobierno. La única diferencia es que se van a tener que tramitar a través de nuestra oficina los elementos importantes de transmisión de información de parte de los ministerios y las direcciones. Las direcciones independientes podrán seguir manejando los temas rutinarios. Cada institución va a tener que coordinar su estrategia y su operación de comunicación con nosotros, porque no son entes individualizados, corresponden a un todo.

—¿Pero se podrá hablar con ellos directamente?

Sí, pero obviamente vamos a generar espacios de comunicación donde van a participar todas las instituciones. Hay temas de gran relevancia que parten de aquí, no de las oficinas de los ministerios y las direcciones.

—¿Vamos a ver reforzada la función de portavoz del Gobierno?

Exactamente. Como lo dice el decreto 542-21, en los temas que define el presidente de la República estaremos jugando ese rol, que es necesario. Contamos con un presidente que es un gran comunicador, y obedece así a esta época. Una novedad que la tecnología nos ha traído, nos ha conectado a todos: la comunicación en el siglo XXI es constante.

—Hay quien critica que el presidente sea tan comunicador, ¿cómo usted lo evalúa?

Positivamente, porque responde a una realidad nueva. En República Dominicana estamos acostumbrados a la visión del presidente como un ente por encima del ciudadano común, muy alejado de la tierra. El presidente Abinader ha traído a la tierra la función presidencial.

No por error se le llama primer mandatario de la nación. Eso tiene un significado muy específico. El mandatario tiene un mandante, el mandatario no es el que manda sino el que recibe el mandado del mandante. Y en una democracia, ¿quién es el mandante? El ciudadano.

El primer mandatario de la nación obedece la voluntad del soberano. Por eso tiene que ser asequible, transparente y alguien aterrizado. Pienso que la fórmula ha funcionado a las mil maravillas, y la gente lo entiende. Es tan así que en las encuestas sale que debería hablar más el presidente. La gente está encantada con eso.

—¿Qué podemos esperar en su relación con los medios?

La relación tiene que ser buena porque es la esencia de mi vida profesional. Yo tengo la ventaja de que conozco a todo el mundo, tengo buenas relaciones con todos los medios, y yo diría que todos los actores de la comunicación tienen que sentirse felices, conformes y tranquilos porque van a tener un acceso como nunca. La mayoría de ellos tienen mi teléfono y yo suelo contestar. Suelo ser una persona muy abierta. Van a tener más facilidad.

—¿Cómo ve usted el Gobierno? La oposición dice que no tiene experiencia, que están improvisando.

La oposición tiene que decir algo para existir. Evidentemente, en una democracia madura uno desea que la oposición tenga ese nivel de madurez y juegue el rol fundamental que tiene que jugar, y es el de aportar ideas alternativas a la acción oficial. No solamente la crítica hueca o infantil de señalar una supuesta inexperiencia. Además, ¿dónde se estudia para ser presidente o para ocupar una función pública? Cuando ellos llegaron era igual. Tú traes tu experiencia, formación profesional, pero no hay una escuela de presidente, de vicepresidente o de ministros. Es una crítica que yo pienso baladí, infantil y además, los hechos lo desmienten. Esta administración, desde el primer día, ha estado enfrentando amenazas y retos inigualables en cien años. La pandemia, por ejemplo. Llegamos en el momento más terrible de la pandemia. En pocas semanas todo eso cambió. Yo diría que en todo lo que hemos pasado lo que se ve es una gran capacidad, nada de inexperiencia, nada de improvisación, porque hemos solu- cionado problemas que a otros arroparon.

—Al pasado gobierno se le criticaba el gasto excesivo en publicidad.

Nosotros estamos gastando una fracción de lo que se gastaba antes. Ustedes debieron haber oído (en el pasado gobierno) cifras de RD$6,000 y RD$7,000 millones en gasto anualmente, pero nosotros rondamos un 15% o 18% de esa cifra global, con un presupuesto transparente. Porque esa es la diferencia de esta administración: toda la inversión publicitaria se hace de manera transparente. No hay presupuestos encubiertos, no hay existencia de doble DIECOM.

Creo que hemos sido austeros, y hay que entender algo. Vamos a usar una metáfora empresarial. Si lo comparamos con una gran empresa, la teoría indica que toda empresa debe especializar entre el 3 % y el 5 % de su presupuesto global para marketing y comunicación. Imagínate que el Gobierno es una institución súper gigante, de un billón. Si aplicáramos la cifra teórica para definir el presupuesto de comunicación, estaríamos hablando de muchos miles de millones. Sin embargo, tenemos cifras muy bajas. Pero la gente tiene que entender que para comunicar las acciones de una institución como un gobierno se necesita invertir recursos. No hay nada de malo en ello, hay que hacerlo como dice la ley y de manera transparente.

—¿Qué deberá hacer el Gobierno para mantener su alta popularidad?

Hay desgaste cuando hay desconexión de un gobierno con sus ciudadanos. El presidente de la República ha demostrado que monitorea las necesidades ciudadanas. El presidente se distingue por ser una persona que no tarda en reaccionar ante los problemas, que está permanentemente conectado a las necesidades del momento y da respuesta inmediata. Tenemos una capacidad con esa conducta de mantener la conexión con los ciudadanos mucho más allá del primer año.

—¿Cómo ve el hecho de que muchos periodistas ocupen puestos en el Gobierno al tiempo que trabajan para un medio de comunicación?

Yo creo que no es compatible tener una función pública y a su vez hacer el trabajo periodístico. Personalmente pienso eso, y respeto a quien lo hace, pero yo no lo practicaría. En mi caso nunca se dio eso. Una de las actitudes que más fortaleció el lazo de amistad con el presidente Abinader es que él siempre respetó mi independencia y libertad de pensamiento. Pero cuando hice un compromiso, reduje en un 80 % mis actividades de comunicación, y cuando iba a dar el paso oficial, las eliminé por completo. Difícilmente yo vuelva a estar en un diario, en la pantalla de una televisión o en la radio haciendo el trabajo que hacía.

—En muchas instituciones, los funcionarios prefieren hablar por Twitter.

Más que un problema del Gobierno o del funcionario, ese es un problema de nuestro tiempo. La comunicación ha cambiado. Ahora todos podemos ser reporteros de nosotros mismos. Más que ayuda, ustedes tienen que aceptar que la fuente no necesariamente es la conversación directa con el funcionario, sino el seguimiento de sus fuentes. Integrarlo como parte de su agenda profesional y laboral, porque este mundo tecnológico llegó para quedarse. Estoy abierto a que ensayemos nuevas formas de obtener información valiosa para sus medios. Es el momento de ser creativos. En lo personal, estaré en contacto permanente.

"“En las encuestas sale que debería hablar más el presidente. La gente está encantada con eso” "Homero FigueroaPortavoz
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Periodista y escritor egresado de la UASD con una trayectoria en prensa televisiva y varios medios impresos.