Inmigración de EEUU arresta exiliado chileno
Dictadura de Pinochet lo había declarado muerto
NUEVA YORK._ Agentes del Servicio de Inmigración de los Estados Unidos arrestaron el pasado viernes en el condado Rochester a un exiliado chileno que después de haber evadido la persecución de la dictadura del extinto general Augusto Pinochet Ugarte, fue declarado "muerto" por el sanguinario régimen.
Víctor Toro Ramírez, que en 1984, cruzó la frontera de México con Estados Unidos para llegar a Nueva York y junto a otros compatriotas, la mayoría fundadores y ex líderes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), se estableció en el Sur de El Bronx, donde fundó la organización La Peña de El Bronx, que ha servido como plataforma para una serie de actividades políticas y comunales, así como realizar cada año actos culturales y de recordación al derrocamiento del gobierno del asesinado presidente Salvador Allende Gassens.
Toro Ramírez, que en la década de los noventas, comenzó a proyectarse como uno de los activistas comunitarios más destacados de la ciudad de Nueva York y que concediera varias entrevistas a este reportero en las que narraba las torturas de las que fueron víctimas él, su esposa Nieves Ayress y otros compañeros de lucha, ha mantenido a sus 65 años de edad, la firmeza de sus convicciones, ganándose el reconocimiento hasta de los adversarios de su causa revolucionaria.
Estando en calidad de indocumentado en Estados Unidos, ha participado casi en todas las manifestaciones por los derechos de los inmigrantes y en otras jornadas cívicas, pero el viernes, después de haber estado en California en representación de su entidad y solidarizándose con la lucha migratoria y cuando viajaba en un tren desde ese estado a Nueva York, fue detenido por agentes de la Policía de Fronteras y Aduanas (ICE, siglas en inglés), cuando oficiales subieron al vehículo a reclamar documentos legales a los pasajeros.
La denuncia de su detención, la hizo su esposa, quien pidió a las autoridades no deportarlo a Chile, porque allí, legalmente no existe, ya que la dictadura lo "asesinó", después de ser expulsado de su propia patria hace 23 años.
Toro Ramírez, lleva décadas en una campaña internacional para exigir que su "muerte" sea "resucitada" por gobiernos que sucedieron al de Pinochet, incluyendo el actual mandato de la presidenta Michelle Bachelet sin recibir respuesta alguna.
En docenas de cartas enviadas a las autoridades de su país y a organismos de derechos humanos, ha señalado que aunque la dictadura lon "mató", la concertación no quiere "resucitarlo".
El apresamiento de Toro Ramírez se produjo al mediodía del viernes y el activista y exiliado fue detenido junto a otros inmigrantes. Toro Ramírez entró ilegalmente al país el 15 de mayo de 1984 por el Paso, Texas.
Nieves dijo que tiene temor de que sea deportado a Chile. Se ignora sin Toro Ramírez solicitó alguna vez anterior asilo político en Estados Unidos, pero a raíz de su arresto el fin de semana, otros activistas comunitarios como Vicente Panamá Alba, comenzaron a pedir que se le otorgue esa condición.
Toro Ramírez estuvo en la lista de los 13 revolucionarios más buscados por la dictadura de Pinochet, pero tuvo la suerte de que nunca llegó a ser detenido por esbirros de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), dirigidos por el propio sátrapa chileno.
Siendo hijo de un minero, Toro Ramírez comenzó desde pequeño como activista político organizando a trabajadores de minas y la industria pesquera al Norte de Chile y defendiendo los derechos a las posesiones territoriales de los indios mapuches en el Sur.
En la década del sesenta fue uno de los fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de tendencia castrista, por lo que fue perseguido tenazmente y con el propósito de liquidarlo físicamente por la dictadura.
Por años, se mantuvo en la clandestinidad hasta que logró escapar al extranjero. Ha dicho en reiteradas oportunidades y entrevistas que aunque quiere volver a Chile, no puede hacerlo, porque allá tiene demasiados enemigos que quieren matarlo.
El abogado Carlos Moreno, que lo representa en el caso, dijo que tras pagar una fianza de $5 mil dólares, Toro Ramírez, sería puesto en libertad hasta que vea un juez de inmigración.
"Haremos una solicitud de asilo político, pero si se la niegan, podría ser deportado", explicó el jurista aunque dijo que hay muchas posibilidades de que el ex líder revolucionario consiga ese estatus.
Víctor Toro Ramírez, que en 1984, cruzó la frontera de México con Estados Unidos para llegar a Nueva York y junto a otros compatriotas, la mayoría fundadores y ex líderes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), se estableció en el Sur de El Bronx, donde fundó la organización La Peña de El Bronx, que ha servido como plataforma para una serie de actividades políticas y comunales, así como realizar cada año actos culturales y de recordación al derrocamiento del gobierno del asesinado presidente Salvador Allende Gassens.
Toro Ramírez, que en la década de los noventas, comenzó a proyectarse como uno de los activistas comunitarios más destacados de la ciudad de Nueva York y que concediera varias entrevistas a este reportero en las que narraba las torturas de las que fueron víctimas él, su esposa Nieves Ayress y otros compañeros de lucha, ha mantenido a sus 65 años de edad, la firmeza de sus convicciones, ganándose el reconocimiento hasta de los adversarios de su causa revolucionaria.
Estando en calidad de indocumentado en Estados Unidos, ha participado casi en todas las manifestaciones por los derechos de los inmigrantes y en otras jornadas cívicas, pero el viernes, después de haber estado en California en representación de su entidad y solidarizándose con la lucha migratoria y cuando viajaba en un tren desde ese estado a Nueva York, fue detenido por agentes de la Policía de Fronteras y Aduanas (ICE, siglas en inglés), cuando oficiales subieron al vehículo a reclamar documentos legales a los pasajeros.
La denuncia de su detención, la hizo su esposa, quien pidió a las autoridades no deportarlo a Chile, porque allí, legalmente no existe, ya que la dictadura lo "asesinó", después de ser expulsado de su propia patria hace 23 años.
Toro Ramírez, lleva décadas en una campaña internacional para exigir que su "muerte" sea "resucitada" por gobiernos que sucedieron al de Pinochet, incluyendo el actual mandato de la presidenta Michelle Bachelet sin recibir respuesta alguna.
En docenas de cartas enviadas a las autoridades de su país y a organismos de derechos humanos, ha señalado que aunque la dictadura lon "mató", la concertación no quiere "resucitarlo".
El apresamiento de Toro Ramírez se produjo al mediodía del viernes y el activista y exiliado fue detenido junto a otros inmigrantes. Toro Ramírez entró ilegalmente al país el 15 de mayo de 1984 por el Paso, Texas.
Nieves dijo que tiene temor de que sea deportado a Chile. Se ignora sin Toro Ramírez solicitó alguna vez anterior asilo político en Estados Unidos, pero a raíz de su arresto el fin de semana, otros activistas comunitarios como Vicente Panamá Alba, comenzaron a pedir que se le otorgue esa condición.
Toro Ramírez estuvo en la lista de los 13 revolucionarios más buscados por la dictadura de Pinochet, pero tuvo la suerte de que nunca llegó a ser detenido por esbirros de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), dirigidos por el propio sátrapa chileno.
Siendo hijo de un minero, Toro Ramírez comenzó desde pequeño como activista político organizando a trabajadores de minas y la industria pesquera al Norte de Chile y defendiendo los derechos a las posesiones territoriales de los indios mapuches en el Sur.
En la década del sesenta fue uno de los fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de tendencia castrista, por lo que fue perseguido tenazmente y con el propósito de liquidarlo físicamente por la dictadura.
Por años, se mantuvo en la clandestinidad hasta que logró escapar al extranjero. Ha dicho en reiteradas oportunidades y entrevistas que aunque quiere volver a Chile, no puede hacerlo, porque allá tiene demasiados enemigos que quieren matarlo.
El abogado Carlos Moreno, que lo representa en el caso, dijo que tras pagar una fianza de $5 mil dólares, Toro Ramírez, sería puesto en libertad hasta que vea un juez de inmigración.
"Haremos una solicitud de asilo político, pero si se la niegan, podría ser deportado", explicó el jurista aunque dijo que hay muchas posibilidades de que el ex líder revolucionario consiga ese estatus.
Miguel Cruz Tejada
Miguel Cruz Tejada