Corea del Sur, China, Italia e Irán combaten el nuevo virus
AP
SEÚL, Corea del Sur (AP) — Corea del Sur y China reportaron el domingo un aumento en los casos del nuevo coronavirus, y en Israel se produjo un incidente diplomático después de que las autoridades locales negaran la entrada a un avión surcoreano. El episodio reflejaba el temor y las tensiones que rodean al creciente brote, que según el primer ministro surcoreano habría entrado en “una fase más grave”.
En algunos grupos de infectados no se ha encontrado relación directa con viajes a China. La cifra de muertos por el virus en Irán subió a seis personas, la más alta fuera de China, y una docena de localidades en el norte de Italia quedaron prácticamente aisladas mientras las autoridades hacían pruebas a cientos de personas que entraron en contacto con los 79 pacientes confirmados allí. Dos personas han muerto en Italia por la epidemia.
Corea del Sur informó el domingo de su quinta muerte, la segunda en un día. La víctima, que se creía tenía 57 años, sufría problemas crónicos de riñón antes de infectarse del nuevo virus. De los 123 nuevos casos en el país, 113 procedían de Daegu y sus alrededores, según las autoridades sanitarias surcoreanas.
El centro de la ciudad, la cuarta más grande del país, estaba en su mayoría desierto y en los supermercados se veían estanterías vacías. Muchos comercios cerraron y el tráfico se redujo de forma drástica conforme más gente se quedaba en casa, comprando comida y suministros por internet.
En la China continental se reportaron 648 nuevas infecciones para un total de 76.936. La cifra de muertos en un día bajó ligeramente a 97. En total han muerto 2.442 personas en el país por COVID-19, la enfermedad que provoca el nuevo virus.
El número de casos nuevos en China ha ido subiendo y bajando, pero lleva cuatro días por debajo de mil. Varios cambios en la forma de contabilizar las infecciones han complicado sacar conclusiones de las cifras.
La ciudad central de Wuhan y otras partes de la provincia china de Hubei, donde se detectó el brote en diciembre, seguía bajo estrictas medidas de control. Más del 80% de los casos del país están en Hubei, donde la cifra de muertos también ha sido más alta.
El Politburó chino, formado por miembros veteranos del gobernante Partido Comunista, advirtió el viernes que si bien la epidemia estaba “contenida de forma preliminar”, el país aún no había visto un punto de inflexión.
Las autoridades indicaron que la rutina debía restaurarse poco a poco, después de que el brote provocara una extensión de los feriados por el Año Nuevo Lunar el mes pasado. Muchas empresas han optado por que sus empleados trabajen desde casa, y las escuelas ofrecen lecciones en línea.
En Beijing, la mayoría de los centros residenciales limitaron el número de personas por hogar que podían entrar y salir, y requirieron a los que acababan de regresar a la capital que se aislaran en casa durante 14 días.
El primer ministro de Corea del Sur, Chung Sye-kyun, dijo el sábado por la noche en un mensaje televisado a la nación que el brote había entrado en “una fase más grave” y reiteró que el gobierno estaba haciendo un gran esfuerzo por impedir más contagios. También indicó que el gobierno perseguiría con firmeza cualquier intento de eludir las medidas de cuarentena.
En total, más de 78.000 personas se han contagiado en 29 países.
El vuelo aterrizó el sábado en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv fue derivado lejos de su terminal asignada mientras las autoridades evacuaban y ponían en cuarentena a 12 israelíes y devolvían al resto de los pasajeros a Seúl, según medios israelíes.
El Ministerio surcoreano de Exteriores presentó una queja formal ante el gobierno israelí, según la agencia de noticias Yonhap.
Seúl había informado antes a Israel sobre que un grupo de turistas que este mes pasó una semana en Israel y Cisjordania había dado positivo en el virus al regresar a casa. Las autoridades sanitarias israelíes y palestinas pidieron a la gente que tuvo contacto estrecho con los turistas que se pusiera en cuarentena.
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El periodista de Associated Press Yanan Wang y el investigador Henry Hou en Beijing contribuyeron a este despacho.
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