Corte emitirá veredicto el fin de semana sobre caso de pilotos que se fugaron de RD

Los pilotos del caso “Air Cocaína”, que protagonizaron una de las huidas más rocambolescas de los últimos tiempos, deben ser absueltos por el beneficio de la duda pero también para “limpiar su honor”, sostuvieron este martes en sus alegatos finales sus abogados. La corte dará su veredicto a finales de esta semana.

Los dos pilotos franceses, Bruno Odos, 59 años, y Pascal Fauret, 58, comparecen desde febrero ante un tribunal francés junto a otros siete coacusados, para este caso sonado caso de tráfico de estupefacientes entre Francia, República Dominicana y Ecuador, conocido como “Air Cocaína”.

El fiscal general a cargo del caso pidió siete años de cárcel contra los dos pilotos, que fueron detenidos la madrugada del 20 de marzo de 2013, cuando la policía dominicana interceptó en el aeropuerto de Punta Cana un avión Falcon 50 --rentado para un vuelo privado-- con 26 maletas que contenían 700 kilos de cocaína.

Pero en sus alegatos finales, la defensa pidió que sean absueltos “por el beneficio de la duda” pero también para “limpiar el honor” de estos exmilitares. Los dos pilotos siempre han clamado su inocencia y afirman que no sabían qué contenían las maletas.

Según uno de sus abogados, Antoine Vey, la ley no obliga a los pilotos a controlar el contenido de las valijas que transportan cuando ofrecen servicios privados. “Las maletas pasaron el filtro del aeropuerto”, sostuvo el letrado.

Odos y Fauret, exmiembros de la fuerza aeronaval y de la fuerza aérea francesa, fueron condenados en 2015 a 20 años de cárcel por narcotráfico en República Dominicana, pero lograron huir de la isla caribeña en una lancha rápida.

Para la acusación, Odos y Fauret no podían ignorar lo que transportaban.

Además del vuelo interceptado en Punta Cana, las autoridades investigan dos viajes trasatlánticos realizados cuatro meses antes.

El “comportamiento sospechoso” de los pasajeros del Falcon 50 había intrigado a la policía francesa después del primero de estos vuelos, en el discreto aeropuerto de Saint-Tropez-La Mole, en el famoso balneario de la Costa Azul francesa.

Una decena de maletas fueron descargadas discretamente y cargadas en dos coches, bajo la mirada cómplice de un agente de aduanas, François-Xavier Manchet, contra el cual la fiscalía pidió cuatro años de cárcel.

Pero la pena más alta -25 años- requerida por el abogado general fue contra Ali Bouchareb, acusado de haber contratado los tres vuelos trasatlánticos.

AFP

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