Cuba: tras desalojo de artistas, otro grupo pide explicación
LA HABANA (AP) — Un día después de que una docena artistas y activistas cubanos que estaban atrincherados en una casa para protestar fueran desalojados por la policía bajo el argumento que violaron medidas contra el coronavirus, otro grupo de unos 70 creadores se presentaron a pedir explicaciones al Ministerio de Cultura.
Los miembros del Movimiento San Isidro, que habían permanecido por diez días en la sede, fueron sacados por las autoridades en la noche del jueves y el viernes las puertas del local estaban cerradas con candado, aunque permanecía una guardia policial al frente, constató The Associated Press.
Los jóvenes creadores demandaban la liberación del rapero Denis Solís, sentenciado a ocho meses de cárcel por insultar a un policía a comienzos de mes, y las medidas tomadas por ellos fueron escalando. Varios anunciaron que realizaban una huelga de hambre. La AP no pudo comprobar de manera independiente este aspecto de la protesta.
Un video publicado en la web Razones de Cuba, afín al gobierno, mostró en la madrugada del viernes el momento en que policías y personas con batas médicas sacaban a los huelguistas, mientras el portal oficial Cubadebate informó que el operativo obedecía a que uno de los manifestantes, el escritor Carlos Manuel Álvarez Rodríguez, había llegado de México y Estados Unidos y violó el protocolo sanitario obligatorio para los viajeros, incluyendo la cuarentena.
En la madrugada los activistas fueron llevados primero a una dependencia policial y luego a sus hogares, informó a la AP el rapero Maykel “Osorbo” Castillo.
“Cuando vieron que la huelga eran en serio... decidieron entrar por la fuerza”, explicó Castillo. “Si él (Álvarez) hubiera tenido el COVID-19 todos nos hubiéramos muerto ahí porque estábamos muy débiles, esa fue una herramienta que usó el régimen para reprimirnos”.
Los únicos que no se habían reportado en sus hogares --pues se negaron a quedarse en casa-- fueron dos de los activistas: Luis Manuel Otero Alcántara, el más conocido del grupo, y Anamelis Ramos, dijo por su parte otro de los miembros, Michel Matos.
Alvarez “decidió por su propia voluntad y sin valorar las consecuencias de sus actos, trasladarse a esa vivienda, luego de su entrada al país...hace unos días”, manifestó Cubadebate en su publicación, que además aseguró que no se violó ningún derecho de esas personas.
Vecinos del lugar que hablaron con AP dijeron que sí hubo uso de la fuerza pero no se les maltrató.
“Vino una ambulancia primero a llevarse a un enfermo que había ahí y no quiso salir y la ambulancia se fue. Después vino la brigada (policía) y le dijo, ‘venimos en paz si no abren le vamos a cerrajar (romper) la puerta’, y como no abrieron, cerrajaron la puerta y los montaron a todos en los carros (autos) y se los llevaron”, comentó a la AP Rafaela Osorio, una jubilada y vecina de 70 años que vio los sucesos.
Paralelamente, el viernes otros artistas también jóvenes se congregaron en la puerta del Ministerio de Cultura solicitando ser recibidos por el titular de la cartera y en solidaridad con los integrantes del Movimiento San Isidro.
“Cuba, en el momento que estamos, merece el derecho de que uno se pueda expresar y nosotros como representantes de la comunidad artística estamos exigiendo esto”, dijo el artista plástico Julio Llopiz-Casal, una de las personas que se encontraba en la dependencia oficial.
Esta semana, Llopiz-Casal y unos 300 creadores se pronunciaron además en una carta dirigida al Ministerio y otras dependencias de Cultura pidiendo que se dialogue con los manifestantes y expresando su preocupación por la salud de estos colegas.
El reconocido trovador Calos Varela escribió una larga reflexión en su página de Facebook en apoyo a la protesta del Movimiento San Isidro a cuyos miembros dijo desconocer.
“Es hora de sentarse a dialogar y a escucharse, porque todos, vivamos donde vivamos, pensemos como pensemos, seguimos siendo parte de esta nación”, señaló Varela. “Tener diferencias ideológicas, generar cambios, pensar caminos distintos para construir la polifonía de voces de un país, es legítimo y sano”.
Tanto el gobierno como las asociaciones de creadores vinculadas al gobierno dijeron que Solís no era un genuino artista, ni un representante del rap de la isla. El periódico oficial Granma calificó la manifestación de “show” y señaló que formaba parte de la política de grupos de interés y del gobierno estadounidense que incrementó su hostilidad durante la administración del presidente Donald Trump para desprestigiar la revolución.
Mensajes de organizaciones de derechos humanos en el extranjero se pronunciaron, pero no la Iglesia católica —a la cual acudieron los manifestantes—. Funcionarios del gobierno de Estados Unidos acusaron a Cuba de represión.
El Movimiento tiene una fuerte presencia en redes sociales, pero poco alcance entre la población en general. Los integrantes sumaron a lo largo de su manifestación consigas de corte más político, como la eliminación de las tiendas en dólares abiertas recientemente o por una “Cuba Libre”.
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Andrea Rodríguez está en Twitter en: www.twitter.com/ARodriguezAP