Joven negro muerto por policía en Missouri recibió bala en la espalda

ST. LOUIS, Missouri, EE.UU. Una autopsia mostró que un joven de 18 años que fue baleado y muerto por un oficial de policía que cumplía una orden de cateo en un barrio de alta incidencia delictiva murió por una sola herida en la espalda, dijo el viernes la policía.

El jefe de la policía de St. Louis, Sam Dotson, advirtió que la ubicación de la herida de Mansur Ball-Bey no confirma ni refuta la versión de los dos oficiales acerca de que Ball-Bey les apuntó con una pistola antes de que ellos abrieran fuego el miércoles.

Dotson dijo el jueves que en el lugar de los hechos se encontró una pistola robada vinculada a Ball-Bey, con una bala en la recámara y 13 más en el cargador.

“Sólo porque fue baleado en la espalda no significa que estuviera huyendo”, dijo Dotson al periódico St. Louis Post-Dispatch. “Lo que sé es que dos oficiales estuvieron involucrados y dispararon, pero aún no sé exactamente dónde estaban parados y no lo sabré hasta tener sus declaraciones”.

Las autoridades no han dicho en qué parte de la espalda exactamente recibió la bala Ball-Bey. La policía tampoco ha publicado la autopsia completa ni los exámenes de toxicología, y no ha explicado por qué no tiene las declaraciones de los agentes.

Dotson, con quien The Associated Press no logró comunicarse el viernes, prometió una investigación interna a fondo de parte de la Unidad de Investigación de la Fuerza, que tiene un año de existencia.

Sin precisar cuánto podría tardar la pesquisa “transparente”, la policía dijo que las conclusiones serán remitidas para revisión a fiscales federales y fiscales de la ciudad.

“Tenemos una policía firme, un proceso sólido”, declaró Dotson a The Associated Press. “Habrá una revisión convincente de una tercera parte y queremos que todo sea irreprochable”.

Mensajes dejados al abogado de la familia de Ball-Bey, Jermaine Wooten, no fueron respondidos de inmediato. Wooten ha insistido ante la prensa que el joven no estaba armado cuando fue baleado.

La ley confiere flexibilidad a los policías en cuanto al uso de la fuerza mortal cuando consideren que su integridad física está en peligro.

La Suprema Corte ratificó en un caso de 1989 que la pertinencia del uso de la fuerza por parte de la policía “debe ser juzgada desde la perspectiva de un agente moderado en el lugar de los hechos” y no desde la retrospectiva ordinaria.

Esa norma está diseñada para que se tome en cuenta que un agente debe decidir con frecuencia en fracciones de segundo durante situaciones que devienen en confrontaciones veloces y no se les debe cuestionar con excesiva severidad.

El Departamento de Justicia citó ese criterio legal este año cuando fue absuelto el agente Darren Wilson, que mató a tiros a Michael Brown, de 18 años, en Ferguson, suburbio de St. Louis.

Por JIM SUHR, Associated Press

AP