Jueza anula acta de "hijo" padre Ruquoy
Federico Méndez
SD. La jueza de Primera Instancia de Independencia anuló el acta de nacimiento mediante la cual el sacerdote belga Pedro Ruquoy y Mercedes Féliz declararon como hijos suyos a un menor haitiano. En consecuencia, la magistrada Ana Milca Acosta Collado ordenó que el niño Luckener sea entregado al Estado haitiano por intermedio del consulado general en el país, en razón de su situación probable de orfandad y su establecida ilegalidad por ser de nacimiento u origen haitiano. Asimismo, por haber penetrado al país de forma ilegal por la zona fronteriza con Jimaní.
La magistrada argumenta que la entrega del menor por intermedio del Consulado General de Haití en el país se ordena en virtud de los derechos que acuerdan las convenciones internacionales. El menor fue declarado el 10 de agosto del 2004 por ante la Oficialía del Estado Civil de San Cristóbal.
La Cámara Penal de Independencia fue apoderada el primero de noviembre del 2005 de una demanda civil en desconocimiento de filiación paterna y materna.
Según la sentencia, en fecha 2 de junio del 2004 el padre Ruquoy encontró alrededor de los cañaverales del Batey 5 de Barahona a un niño abandonado que le dijo llamarse Luckner, que bajo llantos dijo que el agua se había llevado a sus padres. Para solicitar la demanda en desconocimiento de paternidad, el religioso extranjero apoderó al Centro Dominicano de Asesoría e Investigaciones Legales, organismo técnico profesional de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
La magistrada argumenta que la entrega del menor por intermedio del Consulado General de Haití en el país se ordena en virtud de los derechos que acuerdan las convenciones internacionales. El menor fue declarado el 10 de agosto del 2004 por ante la Oficialía del Estado Civil de San Cristóbal.
La Cámara Penal de Independencia fue apoderada el primero de noviembre del 2005 de una demanda civil en desconocimiento de filiación paterna y materna.
Según la sentencia, en fecha 2 de junio del 2004 el padre Ruquoy encontró alrededor de los cañaverales del Batey 5 de Barahona a un niño abandonado que le dijo llamarse Luckner, que bajo llantos dijo que el agua se había llevado a sus padres. Para solicitar la demanda en desconocimiento de paternidad, el religioso extranjero apoderó al Centro Dominicano de Asesoría e Investigaciones Legales, organismo técnico profesional de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
Federico Méndez
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