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La crisis económica también golpea a la Navidad en Belén

La ciudad amaneció con una temperatura otoñal y ello contribuyó a que las calles se llenaran de gente

BELEN.- La crisis económica que afecta al mundo también se deja ver este año en Belén, donde la tradicional ceremonia de Nochebuena y los actos que rodean a la Navidad contarán con un menor número de turistas y peregrinos.

El director de la municipalidad de Belén, Tony Marcos, estima que durante la semana de Navidad alrededor de medio millón de personas habrán visitado la ciudad, cifra inferior a la del pasado año, según dijo.

Durante el año habrán visitado la ciudad alrededor de un millón de personas, lo que supone unas 250.000 menos que en 2008, según Marcos, quien resaltó que "la crisis internacional se nota y el acceso a través de los puestos de control dificulta y la llegada de visitantes".

Belén, una ciudad de 32.000 habitantes, tiene una capacidad hotelera de 2.000 camas, "hoy y mañana no queda una cama libre en ciudad", asegura el director de la municipalidad de Belén.

La ciudad, donde el 60 por ciento de su población es musulmana, celebra en tres fechas distintas la Navidad: el 25 de diciembre lo hacen los cristianos católicos, el 7 de enero los griegos ortodoxos y el 19 del mismo mes los cristianos armenios.

A pesar de la crisis económica, de las dificultades de los palestinos para llegar a un acuerdo de paz con Israel y de un muro de cemento de limita los movimientos de los palestinos, Belén tiene hoy un aire festivo.

La ciudad amaneció con una temperatura otoñal y ello contribuyó a que las calles se llenaran de gente.

La Policía, metralleta en mano, tiene tomada la ciudad, donde el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas, acudirá esta noche a la Misa de Gallo, una tradición que los dirigentes palestinos vienen cumpliendo desde que los otomanos ocuparon estas tierras.

En Belén, a simple vista se pueden apreciar dos tipos de visitantes: los peregrinos que vienen a Tierra Santa con la finalidad de asistir a la Misa del Gallo en la iglesia de Santa Catalina y otros que aprovechan las vacaciones de Navidad para manifestar su apoyo a la causa palestina.

Los primeros han tenido que gestionar su acceso a la basílica con meses de antelación y a través de la orden religiosa de los franciscanos, encargados de la iglesia.

Esta labor no es sencilla porque muchas de las entradas a la Misa del Gallo son invitaciones a las delegaciones extranjeras, las restantes son para los peregrinos.

Entre los que han tenido la suerte de conseguir una entrada se encuentra una mujer española, que viene con un grupo de feligreses de León.

"Ir a Belén y acudir a la Misa de Gallo era una de mis ilusiones. Después de muchos años, la he cumplido", comenta Luisa Aguirre, quien es de los pocos españoles que han acudido a Belén.

Según los hoteleros la mayoría de las plazas están ocupadas este año por italianos, franceses, alemanes y algunos norteamericanos.

Aquellos que acuden a Belén a manifestar su apoyo a la causa palestina tienen como meta un recorrido alrededor del muro de hormigón que Israel ha construido en territorio cisjordano.

Mientras que el muro de Cisjordania no pase a formar parte de los souvenirs, como sucedió con el de Berlín, sus paredes de hormigón forjado están decoradas con todo tipo de mensajes: unos incitan a la paz y la conciliación, otros a la lucha y hay quien ha dejado en este muro el sentido del humor en frases cargadas de doble significado.

El muro sirve también para expresar arte, y aquellos que no quieren comerciar con su obra la exponen libremente en las paredes. Un fotógrafo holandés, Hans Almerg, subido a una escalera, se afanaba en pegar copias de sus fotografías- que se exponen en Holanda- en las paredes de hormigón de Cisjordania.

Dos escritores de graffiti, que acompañan a la Plataforma de Mujeres Artistas por la Paz, los santanderinos, Jank y Bl, así firman y así quieren ser identificados, han llenado de color el gris del hormigón.

Una de sus obras representa a la Plataforma de Mujeres por la Paz, donde un revólver dispara gotas de agua de colores y un "Now freedom" (Libertad ahora) "rompe" el muro y la imagen siguiente representa un campo, abierto, lleno de colores.

Pero la labor de Jank y Bl no ha finalizado. Esta mañana pintaban para "dar color, dar vida" a una parte del muro que rodea literalmente una casa palestina.

"Cuando se levanten los niños queremos que vean color, por eso estamos decorando el muro que rodea su casa".

Mientras ellos pintan otros toman fotos. Es un ir y venir en Belén el día 24, que finalizará con un concierto en la plaza del Pesebre de la Plataforma de Mujeres Artistas, al frente de las cuales se encuentra Cristina del Valle.