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Crisis del agua
Crisis del agua

Venta de agua, una industria creciente detrás de la ineficiencia del Estado

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Venta de agua, una industria creciente detrás de la ineficiencia del Estado
El propietario de un camión cisterna de agua se abastece para distribuir el líquido en uno de los puntos dispuestos por la Corporación de Acueductos de Santo Domingo (CAASD). (NEHEMÍAS ALVINO)

SANTO DOMINGO.- “Por aquí hay mucha gente sin agua. A mi casa no llega desde abril”, expresa con preocupación Elsa Contreras, residente en el barrio Simón Bolívar, parte del cordón de la pobreza que bordea la ribera del río Isabela. Ante la escasez nacional del líquido, los comunitarios han tenido que “ingeniárselas” para poder llenar sus depósitos y realizar sus actividades diarias.

La ineficiencia del servicio obliga a que ninguna casa o edificio se planifique sin incluir la construcción de una cisterna o la compra de una “bomba” de agua y un tinaco. En sectores menos pudientes se reciclan tanques, latas de aceite, galones y cualquier utensilio que sirva para almacenar cuando “llegue el agua”.

La señora Contreras explica que varios vecinos del sector tuvieron que reunir dinero y comprar dos bombas sumergibles y de esta manera obtener el líquido, desde igual cantidad de pozos subterráneos. “Pasamos mucho trabajo, por eso nos unimos”, cuenta la mujer de 54 años de edad, ante el pobre abastecimiento que reciben estos sectores por parte de la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo (CAASD).

Agrega que adquirió una pequeña planta eléctrica, con la ayuda de una hija que se fue a vivir a los Estados Unidos, porque de otra manera se le hacía casi imposible lidiar con sus quehaceres de ama de casa. “En el sector Simón Bolívar la luz y el agua no se juntan”, expresó.

Un apocalíptico pronostico ofrecido el pasado 28 de julio por el director del Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillados (INAPA), Alberto Holguín, de que a la provincia Santo Domingo le restan solo 30 días de abastecimiento de agua, en caso de que no llueva, alerta sobre la gravedad de la sequía.

De cumplirse esa profecía, los camiones cisterna se convertirían en una especie de oasis andantes que podrían incrementar, dada la escasez, los 1, 400 pesos promedio que se paga por un tanque con capacidad para mil galones.

Camiones de agua, “oasis andantes”

El Sindicato de Propietarios de Camiones de Agua (SIPRODIAGUA), que opera en el Distrito Nacional, tiene alrededor de 65 miembros y unas 120 unidades que suministran agua a empresas y hogares.

De acuerdo con su secretario de finanzas, Emilio Bautista, cada camión paga a la CAASD un ticket por valor de RD$ 100 para ser llenado y el sindicato cumple además cumple con una cuota mensual.

Revela que venden, en promedio, el contenido de 200 camiones a diario, aunque por la sequía la CAASD ha alquilado los vehículos para abastecer algunos barrios que carecen del servicio.

También algunos políticos aprovechan la necesidad de los sectores para promover sus proyectos mediante la donación de agua en camiones a través de sus fundaciones.

El costo del agua que contiene un camión puede rondar entre los RD$ 900 y RD$ 1,400, lo que indica que hay un amplio margen de beneficios. Bautista afirma que el costo no varía por escasez.

Sin embargo, el secretario de SIPRODIAGUA asegura que las sequías también les afectan directamente debido a que cuando las presas tienen bajo nivel no pueden llenar los camiones. “Cuando le afecta a la ciudad, nos afecta a nosotros también”.

Los camioneros acuden a diferentes centros de llenado para obtener el líquido. Los más concurridos son el ubicado en el kilómetro 9 de la Autopista Duarte, detrás del Estadio Quisqueya y en la parte trasera del hospital Francisco Moscoso Puello.

Existen otros sindicatos, pero de SIPRODIAGUA es uno de los más antiguos, con más de 25 años de fundación.

Embotelladores: ¿competidores del Estado?

Gran parte de la población en República Dominicana incurre en gastos extras para tener agua potable. ¿La razón? quizás nadie confía en la afirmación de las diferentes corporaciones estatales de acueductos, de que el agua que llega por las tuberías es apta para ser tomada.

Como respuesta a la falta de políticas para resolver el problema, procesadoras de agua han pasado a ser “una industria creciente” que mueve más de seis mil millones de pesos anualmente, de acuerdo con David Toribio, presidente de la Asociación de Embotelladores de Agua (ADEAGUA).

“El Estado ha fallado en establecer una política para prever periodos como este”, lamenta

Toribio. Relata que en el gremio que preside, el cual agrupa más de 200 empresas a nivel nacional, se han sentido los estragos de la sequía.

Toribio explica que con el actual periodo de crisis de agua los costos de producción de la que es procesada se han incrementado en un 20 % y algunas compañías han cerrado temporalmente debido a la imposibilidad para producir.

“Algunos han tenido que intentar conseguir agua a través de pozos y ustedes saben que el agua de pozos está afectada por contaminación de índole de dureza y a veces incluso microbiológica”, apunta el presidente de ADEAGUA.

“Tenemos ahora una crisis que debió ser atenuada”, se queja Toribio, quien recomienda al Gobierno crear lagunas artificiales en las zonas rurales para ganado vacuno y así evitar las hecatombes en las diferentes regiones del país.

Alienta además al Ministerio de Medio Ambiente a trabajar para combatir la deforestación, los fuegos ambientales y la industria del carbón.

Toribio reconoce que las empresas embotelladoras de agua son “un sector complementario”, pero que “ha crecido a nivel mundial porque los usuarios han perdido la fe” en los sistemas públicos de agua potable.

“Nosotros no somos competencia del Estado, el Estado está obligado a dar agua de calidad”, especifica.

Critica que no haya políticas dirigidas a garantizar la conservación del medio ambiente y de planes a corto plazo que resuelvan las demandas de la población. “Nosotros estamos viendo deforestación en la parte alta, donde nacen los ríos y en cualquier parte donde vemos el uso, la depredación y las granceras que rompen el cauce de los ríos”.

Insta a las autoridades a realizar una mayor inversión en la construcción de presas grandes y pequeñas para almacenar agua y prever las épocas de menor abundancia.

El agua como indicador de desigualdad

El Mapa de Desarrollo Humano de la República Dominicana, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sitúa a las provincias de Elías Piña y Pedernales como aquellas que tienen los resultados más bajos en las dimensiones de ingreso y educación.

“En estas provincias encontramos hogares con privaciones importantes que se constituyen en obstáculos para aumentar las libertades reales de su población para alcanzar el nivel de vida que valoran. El acceso a agua y saneamiento en estas provincias es muy bajo”, destaca el documento.

Mientras, sitúa a Monte Plata como la tercera provincia con mayor porcentaje de hogares que no dispone de agua de la red pública, con municipios donde más del 50 % de los hogares no tiene este servicio.

El informe del PNUD hace además una relación entre la tasa de sobrevivencia infantil y la cantidad de hogares que tienen acceso a agua intradomiciliaria en las provincias, dada la relación que existe entre este indicador y el acceso a agua y saneamiento de los hogares.

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