¿Qué debe hacer un conductor si atropella a un animal?
El abandono de un animal atropellado se considerará crueldad y se castigará con prisión
Karina Jiménez
Es obligatorio y hasta normal que si un conductor atropella a una persona se detenga para auxiliarla y darle seguimiento a su estado de salud, pero, ¿qué sucede en el caso de que el agraviado sea un animal? ¿Están las personas en la obligación de detenerse y asistirlo?
Diario Libre consultó a algunos ciudadanos y tenían opiniones encontradas, unos decían que sí, otros que no, mientras que una parte no estaba muy segura de lo que debía hacer.
La respuesta a esta interrogante la encontramos en la Ley 248-12 sobre Protección Animal y Tenencia Responsable. En su artículo 68 establece que las personas que mientras transitan en vehículos de motor atropellen a un animal y este quede con vida, estará en la obligación de socorrerlo y llevarlo a una casa albergue o alguna veterinaria, a los fines de proceder a su curación.
De acuerdo con la misma normativa, el abandono de un animal atropellado se considerará crueldad y se castigará con las penas de prisión de entre seis meses a un año y con multa de 25 a 50 salarios mínimos establecidos por la Tesorería de la Seguridad Social.
Sin embargo, a menudo se observa que en las principales calles y avenidas del país animales, en su mayoría perros y gatos, son atropellados por vehículos de motor, cuyos conductores los abandonan a su suerte.
Sobre el particular, la ex fiscal de la Unidad de Protección Animal del Ministerio Publico, Marilyn Lois, favoreció una modificación a la actual ley, a los fines de endurecer las sanciones en contra de los conductores desaprensivos.
Además, se quejó de que las fundaciones pro animales no están recibiendo el 20 por ciento establecido por la ley de las multas que cobra el Estado por maltrato animal.
Lois dijo desconocer las estadísticas sobre las multas impuestas en los ocho años que estuvo al frente de la Unidad de Protección Animal debido a que generalmente eran dictadas en base al Código Penal, porque en ese entonces la Ley 248-12 no estaba registrada en el sistema de la Procuraduría General de la República.
No hay albergues ni veterinarias populares
Pese a que el artículo 12 de la Ley Sobre Protección Animal obliga al Ministerio de Salud Pública, a los ayuntamientos y las juntas de distritos municipales a instalar casas albergues en su territorio donde se le pueda dar asistencia veterinaria, la República Dominicana carece de este tipo de lugares.
La denuncia la hizo Beatriz Simone, presidenta de la Fundación Mi Mascota, que se encarga de rescatar animales de acuerdo a su propio presupuesto y con la ayuda que recibe de los seguidores de sus redes sociales. Subraya que un animal atropellado le puede costar a la fundación miles de pesos dependiendo de su estado de salud.
“Según la ley del 2012, al 2014 todos los municipios deberían tener albergues, pero hasta ahora, ningún municipio ha abierto el primero. En ese sentido, la ley es contradictoria”, consideró.
Es por esto que Simone define como una debilidad de ley y abogó por una revisión de la normativa y que se creen los albergues y veterinarias en todo el territorio nacional, debido a que la mayoría de las fundaciones sin fines de lucro están concentradas en el Gran Santo Domingo.
Anteproyecto de ley
En septiembre del año 2021, el diputado por el Distrito Nacional, Omar Fernández, sometió un proyecto de modificación de ley, que sancionaría con hasta tres años de prisión y hasta 50 salarios mínimos la crueldad y maltrato animal.
Entre otros puntos, el anteproyecto ordena la creación de la Procuraduría Especializada de Protección Animal y el Departamento Policial.
¿Dónde denunciar?
Cualquier ciudadano puede denunciar y dar el debido seguimiento a un atropello o maltrato animal, a través de la Unidad de Protección Animal del Ministerio Público (UPA), representada por las fiscalías de cada jurisdicción o mediante el Departamento de Protección Animal de la Procuraduría.
Karina JiménezLicenciada en Comunicación Social, con más de 10 años de experiencia, mi especialidad es el periodismo de entretenimiento. Diplomado en Comunicación Corporativa. Soy relacionista pública y community manager.
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