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Vecinos están sorprendidos por triple homicidio en Bonao

Algunos dicen que era un hombre trabajador, pero una hija del feminicida reveló que las había amenazado con matarlas si su madre lo dejaba

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Vecinos están sorprendidos por triple homicidio en Bonao
Familiares y vecinos esperan que las autoridades entreguen una de las víctimas de Carlos Julio Campusano Arias para realizar el velatorio. (FOTO: DIARIO LIBRE/ANEUDY TAVÁREZ)

Residentes en el sector Villa Liberación en Bonao, provincia Monseñor Nouel, no salen del asombro por la actuación de Carlos Julio Campusano Arias, quien mató a tiros a tres personas, hirió a otras dos e intentó matar a una cuarta, según sus declaraciones.

Los vecinos explican, que nunca vieron un comportamiento violento en el hombre que mató a María Juana Ortiz Portorreal, de 41 años; Mayra Mordán García, de 52, su esposa, y a la seguridad del residencial donde trabajaba esta última, Basilio Lebrón Pinales, de 48.

“Él -agresor- era un hombre muy trabajador, que nadie podía señalar como problemático”, dijo Alberto García, vecino del lugar.

Severino Santana Rodríguez, también de Villa Liberación, dice que aún no se explica cómo la persona que siempre lo aconsejaba de hacer el bien, ayudando a los demás sin hacer daño, pudo cometer ese triple crimen.

Sin embargo, una hija del homicida, identificada como Francisca Esmeralda García, dijo que su padre venía amenazando desde hace un tiempo con matarles si su esposa, una de las víctimas, no se reconciliaba con él. Ella terminó la relación al enterarse que él salía con otra mujer. 

Los hechos ocurrieron la tarde del pasado martes en dos sectores de Bonao. Campusano Arias, quien está detenido e interno en un centro de salud, primero se presentó al sector Los Solares de Villa Liberación y atacó a tiros a Ortiz Portorreal, quien murió en la escena.

De ahí recorrió cerca de un kilómetro en una motocicleta hasta el residencial Chamal ll, donde laboraba Mordán García, a quien también disparó, al igual que al vigilante Lebrón Pinales.

En el complejo, el hombre hirió de bala en el hombro izquierdo a su hijo, Víctor Alfonso García, y con arma blanca a Wandy Tomás Bonifacio Ramírez, de 42 años, propietario de la residencia donde laboraba su esposa.

Declaraciones del homicida

El hombre que mató a dos mujeres y al vigilante privado el pasado martes en Bonao, dijo que tenía intenciones de quitarle la vida a una cuarta persona.

“Se salvó la que yo quería matar”, declaró el agresor mientras estaba acostado en una camilla del centro de salud donde está ingresado, con una herida de bala en el tórax, propinada por uno de los agentes de la Policía Nacional que intervinieron tras el triple crimen.

Las declaraciones de Campusano Arias circulan en las redes sociales en un video, filmado con un teléfono celular.

Expresa que la persona que deseaba matar es quien habría regado la información de que sostenía relaciones amorosas con dos mujeres, con quienes dice “era feliz de la vida”.

Pidió a sus hijas no llorar y retirarse del centro hospitalario, donde es custodiado mientras recibe atenciones médicas.

Sobre las heridas, señala que por más esfuerzos que hagan “se va a morir”.  Continúa diciendo que se va “tranquilo”.

Actos fúnebres

Los restos de las tres víctimas están siendo velados en tres casas, separadas por un perímetro de unos 300 metros en el sector Villa Liberación, donde residían. Hasta el momento no han dado a conocer el día ni el lugar donde serán sepultados.

Acción policial

La actuación de los agentes de la Policía Nacional frente al hombre que cometió el triple crimen en Bonao ha sido cuestionada, al entender que estos tuvieron tiempo para enfrentar al agresor.

Los testigos consideran que el miedo de los oficiales reinó al momento de observar al victimario Carlos Campusano Arias rondar en las inmediaciones del residencial Chamal II, lugar donde ultimó a dos de sus víctimas.  

Estando los policías presentes en el complejo habitacional, Campusano Arias mató al vigilante del residencial, quien estaba desarmado, debido a las políticas del lugar.

Yesica Lebrón, hija del vigilante Basilio Lebrón, entiende que su padre murió por la falta de acción de las unidades de la uniformada que se presentaron al lugar.

Además, porque su progenitor no portaba armas. Manifestó que, de su padre portar un objeto de defensa, no se hubiese dejado matar.

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