Niña de un año casi pierde un ojo a causa de un trompo
La pequeña verá un poco borroso, dijeron los especialistas a sus padres
Manuel Antonio Vega
La niña de un año que fue herida en su ojo derecho cuando niños jugaban o bailaban trompos en el batey Las Pajas, a 22 kilómetros al oeste de Hato Mayor, no perderá su visión por completo, gracias a la ciencia médica.
Carlos Alberto Ovando y Diana Luis Delgado, padres de la infante, dijeron que los especialistas, les informaron que la pequeña podrá ver, aunque un poco borroso.
La niña de apenas un año de edad fue impactada cuando otros menores jugaban trompos de maderas con "gangorras", un hilo utilizado para enrollar el juguete que lo hacer remolinar.
La menor, cuyo nombre no fue ofrecido fue ingresada en el Centro Cardio-Neuro-Optalmologico y Trasplante (Cecanot), donde fue intervenida.
La pareja reconoció que lo sucedido a su niña fue un hecho accidental, pero llamaron a los padres evitar que sus hijos hagan uso o practiquen juegos nocivos y que atenten contra su salud física y mental.
El ojo afectado, el derecho, fue tratado en el hospital Cecanot en Santo Domingo.
Trompo
Un trompo artesanal es un pedazo de madera redondo al que se le da forma puntiaguda y al final se le coloca un pedazo de clavo y es envuelto por hilos (gangorras) y se tira al suelo o al aire para ser aparado con las manos, pero en ocasiones, el hilo no responde al mandato de quien lo lanza y toma dirección contraria, como ocurrió en el caso de la niña en el batey Las Pajas.
Manuel Antonio Vega
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