No todos veneran al padre Domingo

Santo Domingo. La visita que hizo el pasado jueves el sacerdote Domingo Espinal a la iglesia Inmaculada Concepción no solo ha concitado vítores entre sus seguidores. La presencia del cura en el lugar donde supuestamente abusó de un menor, también ha provocado el repudio y la indignación de residentes de Honduras del Oeste.

"Ese recibimiento honorífico que le hicieron a Domingo, eso no es más que un chantaje del cura que lo sustituyó", dijo el dirigente comunitario Héctor Guerrero.

A otra señora, que pidió reservas de su nombre, lo que más le indigna es que ahora lo presenten como un Dios, "cuando siempre se congració con los ricos. Pero lo que más me duele es que hayan querido desmeritar al niño tildándolo como drogadicto", agregó.

El jueves, los seguidores del cura lo presentaron como un hombre bueno que ayudó a la comunidad. Pero ayer ese argumento adquirió otro matiz. "Domingo se preocupó por la comunidad. Es verdad, hay que decirlo, pero ¿por qué? Porque él sabía que estaba obrando mal y por algún lado tenía que obrar bien. ¿Para qué? Para que en un momento determinado, como le está pasando ahora, la gente saliera a decir: no, Domingo no es malo, Domingo es bueno, mira todo lo que hizo por nosotros", explicó una joven.

¿Quién es el espía?

Una pregunta atormenta a los que dudan de la inocencia de Espinal. ¿Cómo es que los seguidores del padre se enteran de la fecha en que lo van a movilizar desde la cárcel de Najayo? Entre las respuestas que se manejan en el sector hay una que señala que es el sacerdote quien informa a sus seguidores cuando lo visitan en Najayo, donde guarda prisión preventiva.