Ordenamiento y Planificación Turística: ¿Paradigma o necesidad?

Si se pretende mejorar resultados de esta estrategia, es imprescindible la ordenación y la planificación del turismo no como un paradigma, sino como una necesidad.
El turismo es una industria muy amplia, transversal, y de transcendencia a nivel mundial. Por eso, dos de los pilares que determinan su efectiva gestión en pro de la satisfacción de los visitantes son el ordenamiento de sus espacios y su debida planificación.
Dada esta realidad y sus repercusiones a corto y largo plazo, nos hacemos la pregunta ¿Puede haber desarrollo turístico sin planificación?
El director del programa de Doctorado de Turismo de la Universidad Nebrija, España, el doctor Manuel Figuerola Palomo, quien visitó el país como facilitador del segundo módulo del Diplomado en Gestión de Destino Turísticos, que actualmente imparte el Consorcio Dominicano de Competitividad Turística (CDCT), afirma que ciertamente, si buscamos mejorar los resultados de la actividad turística se hace imprescindible la ordenación y planificación del turismo no como un paradigma, sino como una necesidad.
El ordenamiento debe concebirse como un instrumento estratégico y anteponerse como una norma incuestionable, ya que requiere una disminución de los desequilibrios intra e interregionales; y sobre todo una utilización óptima de los recursos, de acuerdo con su distribución geográfica.
A su entender, el proceso de ordenamiento y planificación se puede lograr de manera integral a través de los clústers, de la creación de una agenda local y de la coordinación con las autoridades de cada país vinculadas al sector.
"La ordenación turística se logra fijando criterios de equilibrio, sostenibilidad y de conservación de los destinos; adecuando la estructura actual a la realidad que exigen las circunstancias y ampliando el conocimiento, para no seguir especulando sobre modelos teóricos", destacó.
No obstante, aseguró que para entender el papel del turismo en el nuevo futuro planificado, antes de hablar de ordenación y planificación, es preciso tomar en cuenta tres reflexiones, siendo éstas: Posible evolución del turismo, objetivos del ordenamiento y la planificación del turismo; y definir mejores prácticas en un futuro exigible.
Competitividad de los destinos
Sobre este tópico, el experto en turismo mundial indicó que el desarrollo turístico en los viejos destinos ha de ser competitivo, necesariamente en la calidad y en la productividad, que se traduce en un aumento del rendimiento marginal, decrecimiento de costos medios y mediante la innovación y la creatividad.
Si tomamos como referencia que por la modalidad turística, las tipologías del destino se clasifican en urbano, deportivo, reunión, cultural, sol y playa, entre otros, es válido resaltar que el nuevo modelo del turismo tiene que diversificarse con el impulso de nuevas ofertas y productos, a través de la puesta en valor de sus recursos, y desarrollando incentivos a la creación de espacios de atracción.
A la par, los destinos tradicionales deben enriquecerse de productos y servicios generados en la creatividad; mientras que los futuros proyectos turísticos han de ser alternativos ante el cansancio y la rutina, es decir, que deben crear actividades de dinamización y estimular ideas novedosas, sustentadas bajo la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación (I + D + I).
En cambio, los destinos emergentes tienen que ser eficientes en la búsqueda de su rentabilidad y el rendimiento; y para ello deben mejorar los diseños y la imagen, los procesos de ahorro energético, la responsabilidad social corporativa (RSC), y el desarrollo tecnológico.
Figuerola Palomo señaló que los objetivos de una gestión racional y eficiente de los destinos y territorios turísticos deben ser prioritarios para la población, y secundarios para el desarrollo, tomando en cuenta el uso óptimo del suelo con criterios de sostenibililidad, es decir, ambientales y estructurales.
A la vez, es preciso apoyar a las regiones en desarrollo, recuperar el patrimonio histórico monumental e intangible, e impulsar la mejora cultural y social de las poblaciones viajeras. También, es vital mejorar las infraestructuras, fomentar la creación de empleo local, el impulso de nuevas inversiones y el crecimiento de la demanda, expresó el catedrático.
Desarrollo turístico sostenible
El catedrático universitario sostiene que para tratar ese tema, se debe hacer una crítica al pasado del turismo, dado que hubo una gran improvisación, falta de reflexión periódica, degradación ambiental y territorial, fuerte especulación y omisión de políticas de equilibrios.
En este sentido, precisa que debemos exigir que en el futuro se produzca un cambio fomentado por la coparticipación y un mayor respeto ambiental. Para ello, la OMT está en proceso de crear un inventario de inteligencia del mercado para acceso exclusivo de sus miembros, con información actualizada sobre el funcionamiento a nivel global y regional de los mercados emisores y destinos; y el funcionamiento a corto plazo del transporte aéreo, de los indicadores económicos de los principales mercados emisores y las acciones de los gobiernos nacionales.
Sobre la correcta política de ordenamiento de la expansión turística, hace referencia a la urgencia de poner en marcha las políticas de desarrollo con el objetivo de evitar desajustes medio ambientales, impedir deterioros en el patrimonio artístico-cultural, facilitar el desarrollo turístico de manera armónica y elevar el nivel de atracción del turismo latinoamericano.
En cuanto a la política de formación adecuada a la estructura actual, dice que es necesario ampliar los presupuestos dedicados a los medios de comunicación y documentación educativa, intensificar las políticas de formación de formadores y docentes de la enseñanza turística, como eje determinante de la bondad del sistema formativo; así como la revisión y actualización de los planes de estudio de las titulaciones de turismo, procurando con esto, que sus contenidos se justifiquen en competencias profesionales y personales.
La meta de cada una de estos planteamientos es atraer la llegada de capital extranjero, crear una imagen de estabilidad y seguridad, dotar al sistema turístico de procesos de información, diagnosticar riesgos y posibilidades, investigación, formación, calidad y reglamentación. A final de cuentas, lo que se busca es un sistema turístico diversificado.
Necesidad de cambios en la política turística. ¿Por qué?
El profesor Manuel Figuerola Palomo sostiene que los cambios son necesarios, porque se ha perdido imagen de calidad y precio, se ha erosionado la imagen de naturaleza y equilibrio sostenible, y se ha retrocedido en competitividad y productividad.
¿Cómo se logran estos cambios? El experto afirma que se logran cambiando los productos, ofreciendo una mayor hospitalidad, mejorando los destinos, y especializándonos en nuevos servicios y atractivos.
En tal sentido, asegura que todos los actores del sistema turístico deben participar en una gran estrategia de cambio que involucre el sector público, las empresas y la sociedad civil. "Esto se debe hacer en todos los destinos tradicionales, ya que todos presentan signos de debilidad y el riesgo de grandes amenazas".
Diario Libre
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