Plan Social defiende sus licitaciones

santo domingo. El director del Plan de Asistencia Social de la Presidencia, César Prieto, defendió ayer el proceso de transparencia con que -dice- se llevan a cabo las licitación en ese dependencia estatal. Ante el hecho de que un grupo de empresas resulta ganador en la mayoría de esos procesos, lo justificó en que aquellas que siempre participan tienen más posibilidades de ganar, y en que unas tienen más experiencia que otras.

"El problema es que aquí hay empresas que no están preparadas para vender al Estado, y no entienden cómo manejar los precios. Pero hay compañías que saben cómo venderle al Estado, y son las que por lo general tienen mayor participación y están preparadas económicamente para participar", consideró.

Prieto aseguró que el Plan Social es una de las instituciones que mejor compra en todo el Gobierno, más barato y con calidad, con la ventaja de que pagan a los 45 días. Dijo que tienen controles para las compras, con auditoría interna, un representante de Contraloría en la institución y que son estrictos con los documentos y registros de las empresas participantes.

Dice que si bien hay empresas que están desde los 90 vendiéndole a esa dependencia, no siempre ganan las mismas, pues entre los 85 suplidores que participan en los procesos y los más de 40 que llegan a presentar oferta, se le adjudica a varias que son nuevas.

Para Prieto no es nada relevante el que uno de sus suplidores, cuyas empresas resultan agraciadas con frecuencia en las adjudicaciones, reciba para repartir raciones del Plan Social.

"Son coincidencias", expresa. "Los alimentos van a la Fundación de Niños Desnutridos que la preside, creo, la ex esposa del señor (Edmon) Barnichta y su principal trabajo es en el Hospital Robert Reid". Parece que ellos la retiran aquí y la distribuyen ahí… pero eso es irrelevante, es a una fundación, qué puede pasar? Que él me lo devuelva de nuevo a mí... Si fuera una cantidad inmensa, pero no es una cantidad del otro mundo". Indica que son unas 200 raciones, una vez al mes.

Sin embargo, ayer el presidente de la Fundación Justicia y Transparencia mostró preocupación por la forma en cómo se dan las licitaciones, y cuestionó sobre todo el conflicto de interés que supone que un suplidor sea beneficiado de los programas de la entidad a la que vende.

Trajano Vidal Potentini ve una especie de contubernio entre los vendedores y las instituciones del Estado donde las primeras parecen estar como abonadas para ganar. "El tema de las licitaciones es uno de los más preocupantes. Es recurrente que se observan violaciones a esta ley de compras".

Tania Molina