China y el impacto político de la poderosa “Nueva Ruta de la seda”
El Gigante Asiático invertirá 250 mil millones de dólares en América Latina
Abel Guzmán Then
SANTO DOMINGO. China ha retomado en los últimos cinco años sus aires de potencia milenaria trazando un plan geopolítico y económico que el presidente Xi Jinping denominó “Cinturón y Ruta” (B&R en inglés) desde su lanzamiento en un foro realizado en 2013.
El nombre es en honor a la histórica “Ruta de la Seda” que, como su nombre lo indica, fueron los caminos comerciales que se basaban en la comercialización de la seda china desde el siglo I a. C., que recorrían el continente asiático, y conectaban a China con Mongolia, el subcontinente indio, Persia, Arabia, Siria, Turquía, Europa y África.
La gran expectativa para la República Dominicana, además de un mercado de 1,400 millones de consumidores que demandarían tabaco, cacao, café y otros rubros, es la construcción de infraestructuras viales en las que China domina el mundo, como las líneas de modernos trenes de alta velocidad que superan los 300 kilómetros por hora.
Solo en América Latina, el presidente chino anunció que se invertirán 250 mil millones de dólares en un plazo de 10 años.
Ya China opera unas 20 líneas de trenes de carga con los que se comunica con Londres, Madrid, Rotterdam y Varsovia.
Ahora esa “Ruta de la Seda” abarca el mundo, con énfasis especial en abrir relaciones en Occidente y construcción de infraestructuras con conexión entre 70 países por las vías terrestres y marítimas.
En tiempos de cuestionamientos a la globalización con un Brexit, y un presidente estadounidense que tiene como norte que Estados Unidos debe ser la grandiosa potencia de antes, Xi Jinping ha logrado “hacer China grande de nuevo” reivindicando la aldea global vendiendo la idea de que “la globalización es una tendencia histórica irreversible”.
El presidente chino resalta la importancia del abandonado Acuerdo de París por parte del presidente Donald Trump, asumiendo papel de líder en el tema del cambio climático, basado en la idea de que “ningún país por sí solo puede hacer frente a los retos actuales”.
Datos ofrecidos a invitados internacionales en un seminario el año pasado indican que China ofreció colaboración y asistencia a 121 países, de los cuales 51 son de África, 30 de Asia, 9 de Oceanía, 19 de América Latina y 12 de Europa.
Cada año, decenas de dominicanos viajan a China en los programas de que el Gobierno ofrece para establecer intercambios comerciales, y mostrar al mundo su sistema económico y político.
En octubre del año pasado un grupo de 10 dominicanos conocimos, junto a invitados de México, Panamá, Venezuela, Cuba, Honduras y países de Asia, África y Europa, los ambiciosos planes de la “Nueva Ruta de la Seda” y el impacto que van teniendo.
Los ciudadanos chinos, sobre todo los jóvenes estudiantes, están cada vez más interesados en aprender inglés y se muestran encantados de recibir a los extranjeros, a quienes les piden tomarse un “selfie” y les regalan un “welcome to China” en las calles, museos y la Gran Muralla.
Las calles de Pekín y ciudades industriales y eminentemente comerciales como Zibo, Xi’an, Baoji, exhiben un gran dinamismo, y para sorpresa de muchos visitantes, las marcas preferidas de los vehículos para los chinos de la clase media y alta son los alemanes Mercedes Benz, Audi y BMW.
Las marcas coreanas y japonesas abundan en taxis.
Hay un gran éxodo de la población adulta que antes estaba concentrada en las zonas rurales, pero que el crecimiento económico los ha sacado de la pobreza.
Una de las claves del éxito de China es la disciplina y el respeto, pues en esa nación conviven más de 5,500 organizaciones religiosas.
El control de natalidad denominado “política de un hijo único por pareja” estuvo aplicado desde 1979 hasta 2015, por espacio de 36 años. El Gobierno calcula que de no haber sido implementado, la población superaría hoy los 1,800 millones de habitantes, más de 400 millones de la actual, aumentando sus gastos en seguridad social, algo que beneficia a toda la población.
En 2015, China contaba con 220 millones de personas en los 60 años de edad (16 %), y 138 millones sobre los 65 (10 %).
China tiene el 20 % de la población mundial, el 7.7 % de las tierras cultivables del mundo y el 6.5 % del agua.
El levantamiento de la medida se debió a que la población estaba envejeciendo y se reducía la cantidad de mujeres.
Algo interesante es que China vive su propio mundo web con el cual busca evitar ser influenciada lo menos posible en su cultura.
El Gobierno tiene control del Internet, por lo que tienen su propio sistema de mensajería de teléfonos llamado WeChat, con el cual los ciudadanos hasta pueden pagar en los comercios y restaurantes, así como tomar una de las bicicletas que están por toda la zona urbana el país.
Sistema político
A nivel de estructura estatal y manejo político son muchas las diferencias entre China y la República Dominicana, pues quienes eligen al presidente de esa nación asiática son solo 2,300 delegados del Partido Comunista Chino (único partido) que se reúnen cada cinco años en la simbólica plaza de Tianánmen, donde reposan los restos del fundador de la República Popular China, Mao Tse- Tung.
No existe el sufragio universal.
En el 19 Congreso del PCCH, realizado en octubre pasado en Gran Palacio del Pueblo de Pekín, 2,287 delegados (13 fueron expulsados por corrupción) reeligieron al presidente Xi y eligieron a los miembros del Comité Central, integrado por 205 personas y 171 suplentes.
El Poliburó está compuesto por 24 miembros, mientras que el Comité Permanente (como si fuera el Comité Político del PLD), es el órgano más poderoso en la pirámide de poder del PCCH, está formado por siete hombres.
Hay un sistema de relevo que establece que los miembros deberán jubilarse cuando superen los 68 años de edad.
China tiene 23 provincias y cinco regiones autónomas.
El presidente Xi Jinping fue exaltado al nivel de líderes chinos fundadores como Mao Tse-Tung y Deng Xiaoping, además de que su teoría política, conocida como “Pensamiento Xi Jinping” fue reconocida por el gran crecimiento económico de China que superó los dos dígitos.
Jinping ha ganado gran popularidad en China debido a su drástica política contra la corrupción, en la que se ha sometido y condenado a más de un millón de funcionarios de todos los niveles.
Abel Guzmán Then
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