Danilo Medina a la defensiva por las denuncias de corrupción
Eli Heiliger
SANTO DOMINGO.El presidente Danilo Medina lució a la defensiva en su discurso de rendición de cuentas del 27 de febrero pasado por la presión de grupos de la sociedad civil, en especial el Movimiento Marcha Verde, para que se actúe contra la impunidad.
El mandatario, quien en octubre del 2016 solicitó al entonces embajador de Estado Unidos, James Brewster, que le citara los casos de corrupción, admitió la comisión de “discrecionalidades” en su gobierno: “Es de justo reconocer que se han producido actos de corrupción en la administración pública”, sentenció.
Medina en su pieza oratoria reconoció la importancia del movimiento que exige el fin de la impunidad cuando dijo: “Estoy con ustedes hoy en esto, estoy del lado de ustedes”, a pesar de que personas allegadas al oficialismo lo acusaron de “conspirador”.
Sin dudas este es un momento difícil para la administración de Medina, pues las encuestas marcan el declive en su popularidad como refleja la Gallup-Hoy, cuya muestra se recogió del 25 al 30 de enero pasado.
Dicho estudio ubica la simpatía del mandatario en 52%. Ha perdido en 12 puntos desde abril del 2016.
En esta baja influyen los cuestionamientos éticos que se formulan al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana sobre el manejo de los recursos públicos, es decir los actos de corrupción, que ocurren sin que sean castigados.
El Movimiento Marcha Verde, adquirió notoriedad tras la manifestación del 22 de enero pasado, empujado por los vientos del escándalo de la Odebrecht que al menos pagó 92 millones de dólares a funcionarios de los gobiernos de Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina para obtener la concesión de obras públicas que sobrevaluó por un monto que no se ha cuantificado.
Personalidades de diversos sectores, hasta miembros destacados del Partido de la Liberación Dominicana apoyan la lucha contra la impunidad. Además se entregó al Poder Ejecutivo más de 300 mil firmas de dominicanos que exigen el cese de la impunidad y castigo para los corruptos.
El Presidente no pudo ignorar estos reclamos y reconocer su influencia cuando dedicó parte de su discurso ante la Asamblea Nacional para responderle, lo que ha convertido en una demanda de amplio sectores de la sociedad.
Aunque para muchos las palabras del mandatario buscaban lograr un efectismo para neutralizar el movimiento cuestionador: “No existen vacas sagradas en este gobierno, “Asumí un compromiso ante Dios, ante mi familia y ante mi país”. “Caiga quien caiga”, fueron algunas de las frases de Medina en su pieza oratoria.
Los cuestionamientos y la demanda del Movimiento Marcha Verde adquieren más vigor por la pasividad de las autoridades en combatirla como ha ocurrido en los últimos años a pesar del control que tiene sobre las instancias judiciales.
Eli Heiliger
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