Pacientes con hepatitis C pueden durar hasta 20 años asintomáticos
Más de 4 mil pacientes hepáticos han sido atendidos en la unidad de gastroenterólogía del Moscoso Puello
Claudia Fernández
Un paciente que contraiga el virus de hepatitis C puede durar hasta 20 años infectado de manera asintomática, una condición nada extraña entre los contagiados, ya que entre el 70 y 80 % de los casos no suelen presentar síntomas.
Esta información la compartió la doctora Polonia Taveras, coordinadora de la residencia de gastroenterología del hospital Francisco Moscoso Puello, durante la realización de la IV Jornada Científica de Gastroenterología.
“Hasta la fecha hemos tratado más de 4 mil pacientes con enfermedades del hígado, siendo esta la más frecuente en enfermedades metabólicas, llámese cirrosis hepática por virus de hepatitis B y hepatitis C”, agregó Taveras.
La gastroenteróloga enfatizó en que la hepatitis C es curable y pidió a la población a que acuda a consulta y se realice estudios de laboratorios para verificar si ha estado expuesto a este virus, reiterando que solo así se puede determinar porque en la mayoría de los casos, la infección es asintomática y cuando se complica puede desencadenar en cirrosis.
“Al contraer la enfermedad, los pacientes pueden desarrollar ascitis, que es acumulación de líquido en el abdomen, encefalopatía (alteración en la función o la estructura del cerebro), sangrado variceal, sangrado gastrointestinal e incluso evolucionar en hepatocarcinoma y la muerte si no es diagnosticado a tiempo”, advirtió la especialista.
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Luego de recibir tratamiento, al paciente de hepatitis hay que darle seguimiento por lo menos un año antes de declararlo como sano.
Masa muscular vs. daño hepático
El doctor Jimmy Barranco, quien dictó la conferencia titulada “Terapia nutricional en la hepatopatía crónica”, dijo que “la pérdida de masa muscular va de la mano con el grado de daño hepático”.
Destacó que en pacientes enfermos del hígado, hay que controlar la obesidad porque va a mejorar la resistencia a la insulina y evitar la hipertensión.
Entro otros puntos que tocó en su conferencia, habló sobre cómo los pacientes que recibieron, como parte de su tratamiento, 1,200 mg al día de carnitina (un aminoácido que tiene como función transportar los ácidos grasos hacia el interior de las células y suministrar la energía para la actividad celular) mejoraron en sentido general hasta un 43.5 % y el alivio del dolor ascendió a 88.1 %.
También recomendó el consumo de vitamina D para mejorar la superviviencia del paciente con daño hepático, así como de alimentos ricos en omega 3.
El zinc activará el ciclo de la urea y ayudará a eliminar el amonio del cuerpo. Con un tratamiento de 6 meses y 600 mg al día, estudios comprobaron que mejora la calidad de vida del paciente.
Barranco recomienda, además, una mezcla de probióticos adecuados.
La albúmina humana controla la ascitis y mejora el pronóstico en caso de pacientes con peritonitis.
Por su parte, la directora de Centros Hospitalarios del Servicio Nacional de Salud, Yocasta Lara, reconoció que la unidad de gastroenterología del Moscoso Puello nunca se detuvo durante la pandemia del COVID-19, llegando incluso a aumentar servicios.
La residencia de gastroenterología del hospital Moscoso Puello se creó el 2 de septiembre de 1978 de la mano de los doctores Sócrates Montás y Julio Brache. Es la más grande del país actualmente, graduando a más de 120 gastroenterólogos.
Actualmente, los pacientes reciben sus medicamentos de drogas pangenotípicas a través del Programa de Medicamentos de Alto Costo y Ayudas Médicas del Ministerio de Salud Pública.
Claudia FernándezPeriodista, amante de los viajes, la moda y la música en vivo. Foodie.
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