Embarazadas afectadas con influenza tienen de cuatro a siete veces mayor riesgo de hospitalización
Infectólogos y virólogos incentivan la vacunación para prevenir complicaciones asociadas en el embarazo

Las pacientes embarazadas afectadas con influenza tienen de cuatro a siete veces mayor riesgo de hospitalización que una paciente no embarazada.
Así lo aseguró el doctor Pablo Bonheví, médico infectólogo argentino y miembro de la junta directiva de la Sociedad Latinoamericana de Vacunología (SLV), quien formó parte del panel de expositores en el recién finalizado Simposio Latinoamericano sobre Inmunización Materna, realizado en un hotel de la capital dominicana.
Durante la charla "Carga de enfermedad y complicaciones de las enfermedades inmunoprevenibles en el embarazo: prevención e impacto en el binomio madre-hijo", el especialista destacó que, solo en Estados Unidos, el virus de la influenza causa más de 200,000 hospitalizaciones al año y unas 36,000 muertes asociadas, cifra que se eleva a medio millón de personas cuando se contabilizan los fallecimientos a nivel mundial.
Bonheví explicó que el contraer virus respiratorios en la etapa de gestación aumenta la probabilidad de partos prematuros, especialmente si la paciente se encuentra en su tercer trimestre de embarazo.
En ese sentido, motivó a la vacunación contra Sars-CoV-2 e influenza, ya que diversos estudios señalan que la protección que brindan las vacunas ayudan a reducir las hospitalizaciones, los ingresos a cuidados intensivos y reducen el riesgo de muerte.
Vacunar en el embarazo
La recomendación de vacunar en el embarazo está sustentada en el hecho de que durante el tercer trimestre de gestación se produce la mayor carga de paso de anticuerpos maternos, considerando que hasta que el bebé no cumple los seis meses de edad no puede recibir la inyección contra influenza y Covid.
"Los niños antes de los seis meses no los podemos vacunar (contra estos virus), así que la única forma de protección que tenemos es a través de la vacunación materna", afirmó el doctor.
De igual modo, recordó que el Covid continúa presente, "por lo que sigue siendo un factor de riesgo, con cuatro veces más mayor impacto en los lactantes".
Negativa a la vacunación
En tanto, la viróloga Flor Muñoz reconoció que persiste dentro de la población una negativa a colocarse las vacunas contra el Covid y la influenza.
"No es una vacuna perfecta para ningún grupo de edad, pero protege contra enfermedad grave. Son seguras en el embarazo y la lactancia, a partir de las 20 semanas de gestación", comentó.
Además de las vacunas contra coronavirus e influenza, a las pacientes embarazadas se les recomiendo una dosis de TdaP (inyección que protege contra tres enfermedades graves: Tétanos, Difteria y Tos Ferina o Pertussis) y la vacuna contra el virus sincitial respiratorio.
"Estas vacunas ofrecen una protección adicional, tanto a la madre como a los recién nacidos. Aumentar la cobertura vacunal también implica aumentar la protección neonatal", concluyó.
Influenza en el hemisferio norte
Este pasado 12 de diciembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una nota informativa para actualizar a los países sobre el aumento de la circulación del virus de influenza A(H3N2) subclado K (J.2.4.1) en varias regiones del mundo y reiterar el llamado a fortalecer la vigilancia del virus y promover la vacunación, especialmente entre adultos mayores y personas con factores de riesgo.

La OPS también insta a tratar oportunamente los casos y a preparar los servicios de salud ante una posible actividad temprana o más intensa de enfermedades respiratorias durante la temporada 2025-2026 en el hemisferio norte.
De acuerdo con los datos más recientes, la circulación del subclado K ha crecido rápidamente en Europa y en varios países de Asia, donde representa una proporción importante de los virus de influenza A(H3N2) analizados.
Las autoridades sanitarias de esos países no han reportado cambios significativos en la gravedad clínica, pero históricamente las temporadas dominadas por la influenza A(H3N2) suelen asociarse con mayor impacto en personas adultas mayores.
En Estados Unidos y Canadá también se registra un aumento progresivo de detecciones del subclado K, cuya evolución genética forma parte del proceso natural de variación del virus de la influenza estacional.
Recomendaciones
La OPS instó a los Estados Miembros a mantener y fortalecer la vigilancia epidemiológica, virológica y genómica, garantizar una alta cobertura de vacunación, tratar oportunamente a los casos y reforzar la preparación de los servicios de salud ante la posibilidad de una actividad temprana o más intensa.
Reiteró la importancia de la vacunación contra la influenza estacional para adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas y otros grupos con mayor riesgo de complicaciones, subrayando que proteger a estas poblaciones también reduce la presión sobre los servicios de hospitalización.
Asimismo, recordó que además de la necesidad de reforzar la vigilancia ante el virus de la influenza, persiste circulación del virus sincitial respiratorio (VSR) y SARS-CoV-2.
La Organización subrayó también la relevancia del diagnóstico temprano, el fortalecimiento de las medidas de prevención y control, la disponibilidad de antivirales para grupos de riesgo y la investigación y notificación inmediata de eventos respiratorios inusuales, conforme al Reglamento Sanitario Internacional.
Las medidas preventivas personales como el lavado de manos, cubrirse al toser o estornudar y quedarse en casa en caso de fiebre o síntomas, continúan siendo fundamentales para limitar la transmisión.



Claudia Fernández