Adoptar un perro es un gesto de amor más que de valor

Tener un perro es garantía de un amor incondicional y si la elección se hace por iniciativa propia y mediante una adopción el bienestar es mayor, porque se le está dando una segunda oportunidad de vida al animal.

Así piensan Orlando Encarnación e Ivet García del Grupo Rescate y de la Fundación de Blanck que se dedican a rescatarlo de las calles para entregarlos en adopción a una persona, previamente evaluada, para determinar si cumple con los requisitos, que incluye garantizar alimentación, salud y horas de descanso a los animales.

Así, el pasado fin de semana las entidades lograron entregar en adopción alrededor de 12 caninos de 30 que les fueron solicitados, durante una actividad que realizaron en la plaza comercial Galería 360 con esa finalidad.

En el refugio disponen de 80 perros que rescataron de las calles, los cuales llevaron al veterinario, antes de ponerlos en amparo.

Durante el evento, a muchos de los visitantes al lugar se les vio detenerse ante el espacio reservado para exhibir los canes pertenecientes a diferentes razas, tamaño y edad.

Para Encarnación rescatar un perro de la calle es una forma de cuidar también al medio ambiente.

Lisania Batista