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El plasma convaleciente: ¿un tratamiento alternativo para combatir el COVID-19?

Especialistas explican su uso, funcionamiento y efectividad

Desde hace algunas semanas, a través de las redes sociales, circulan peticiones de donación de plasma de personas que han superado el COVID-19, con la finalidad de utilizar este elemento de la sangre para el tratamiento del coronavirus. Pero, ¿Qué es el plasma convaleciente y que tan efectivo es este tratamiento?

El hematólogo Sócrates Sosa Peña explicó que el plasma convaleciente o hiperinmune es el que se obtiene a partir de un donador que ha padecido previamente la enfermedad y la ha superado.

“Entendiéndose que en el plasma de ese paciente existen los anticuerpos para combatir la etapa aguada de una enfermedad en otro individuo al que se le transfunde ese plasma”.

Sosa indicó que el plasma convaleciente no es una terapia nueva, sino que data de hace más de 100 años y fue utilizada durante la pandemia de la gripe española.

“En el caso del COVID -19 desde el inicio de la pandemia en Wuhan, provincia de Hubei, en China, hicieron un estudio con unos cinco pacientes, pero como en esta enfermedad todo es nuevo, los estudios lo que evidencian es la inocuidad del uso del plasma en un paciente de COVID-19”, significó.

Este proceso aún no está aprobado por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, Sosa indicó que recientemente la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó un protocolo para su uso en los Estados Unidos.

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Infografía
El hematólogo Sócrates Sosa exhorta a no ilusionar a las personas porque el uso del plasma convaleciente es un proceso experimental. (DIARIO LIBRE/ DANELIS SENA)

La FDA aclaró que todavía se necesita más investigación para determinar si el plasma convaleciente es seguro y efectivo como tratamiento para el COVID-19, y sí podría acortar la duración de la enfermedad, reducir la morbilidad o prevenir la muerte asociada al coronavirus.

Indicó que el uso del plasma para pacientes con COVID-19 es algo experimental y que se utiliza de forma concomitante con otras terapias existentes, es decir, que aún no se prueba el plasma por si solo para tratar el coronavirus.

Por otro lado, según un estudio de investigadores de la Clínica Mayo, la Universidad Estatal de Michigan y otras instituciones, el uso de plasma en pacientes con COVID-19 podría mejorar la tasa de supervivencia de aquellos que revisten gravedad.

Conabios

En el país, el Consejo Nacional de Bioética en Salud (Conabios) estableció una resolución en la que se explica las condiciones para el uso de plasma hiperinmune como tratamiento para el COVID-19.

En ese sentido, Sosa explicó que la resolución lo que pide es que el uso del plasma sea bajo protocolos de investigación, debido a que esta es una enfermedad nueva y lo que se busca es evidenciar los resultados.

“La Sociedad de Hematología se reunirá para, desde los bancos de sangre, crear un protocolo para los usos de ese plasma y luego ver si esa parte de la resolución se mueve y se permite el uso compasivo de esta terapia”, explicó.

Protocolo

El salubrista y epidemiólogo Carlos Féliz indicó que el uso del plasma convaleciente puede implicar una forma de tratamiento alternativo.

“El uso del plasma tiene un protocolo a nivel mundial, que implica desde la forma de usted recolectarlo, hasta el tiempo que debe tener un paciente después que se recupera. Hay países que permiten el uso del plasma de un paciente después de 21 días”, dijo.

Féliz señaló que el uso del plasma en varios países responde a una política de Estado que aprovecha ese recurso. “Este es un proceso que está en etapa de investigación, aún no se tienen conclusiones, pero realmente en los países donde se ha asumido esta terapia, ha dado resultados de cierta importancia”, subrayó.

El salubrista señalo que en Estados Unidos al menos 34 hospitales realizan investigaciones debido a la efectividad que muestra el tratamiento en otros países. Aclaró que es necesario realizar estas investigaciones para estudiar los niveles de efectividad que puede tener en cada zona donde se desarrolle.

Féliz explicó que debido a la alta experiencia de recolección de sangre que tienen en cuba siete provincias del país han protocolizado el plasma y lo utilizan como terapia común para los pacientes con coronavirus.

En hospitales de Argentina, Brasil, México, Chile, Colombia, Panamá, Costa Rica, Paraguay el Perú iniciaron ensayos clínicos con pacientes COVID-19.

En Venezuela, Bolivia y El Salvador no se hacen investigaciones clínicas con plasma, pero las autoridades dieron luz verde a los médicos para que incluyan esta alternativa.

Riesgos

Ambos especialistas coinciden en que es posible contraer una enfermedad infectocontagiosa como el VIH/SIDA, Hepatitis B o C al usar el plasma, sin embargo afirman que esto solo puede suceder si la extracción no se realiza de forma adecuada y si no se efectúan los protocolos necesarios ante de sustraer el material sanguíneo.

“En el caso de mujeres que dieron a luz no debe ser utilizado su plasma porque estos contienen anticuerpos cruzados al momento del parto y esto puede producir alguna injuria pulmonar aguda que te daña y lleva a la muerte”, explicó Sosa.

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Infografía
El salubrista Carlos Féliz considera que el Estado debería mostrar interés en investigar esta parte del tratamiento. (FOTO: DIARIO LIBRE/ DANELIS SENA)

De su lado, Féliz indicó que el plasma debe pasar por un proceso de depuración antes de transmitirlo a otra persona.

“Si no se realiza una buena depuración de los componente del plasma es probable que quede algún elemento contaminante o alérgico, por eso hay que depurarla bien”.

Un negocio

El epidemiólogo, Carlos Féliz explica que aunque aún el plasma aún no está protocolizado en el país existen entidades privadas que realizan el procedimiento al contar con los equipos necesarios y debido a que las personas entienden que este proceso es efectivo al ver los resultados de otros países.

“Si alguien sabe que usted se recuperó del coronavirus le ofrece una cantidad de dinero para que sea donante. Se han dado casos en centro privados, en los públicos no porque aún no está regularizado”, dijo Féliz.

De su lado, Sosa explicó que hay personas que se aprovechan de esta situación y le ponen precio a su plasma.

“El Estado debería mostrar interés en investigar esta parte del tratamiento, para uso de las personas de escasos recursos, porque un pobre no puede estar comprando plasma”, indicó Féliz.

El especialista resaltó que el Estado debe regularizar el uso del plasma para el COVID-19 y crear una política de conciencia, de educación, amor y entrega para que las personas donen sangre. “Para evitar que esto sea un negocio y se convierta en un servicio para quien lo necesita”.

Sosa considera que a futuro esta terapia puede ser prometedora si se logra identificar los anticuerpos totales que sirven para la inmunidad de otras personas.

“El mundo camina hacia esa terapia, hacia la identificación de ese anticuerpo, hay países donde están haciendo análisis de anticuerpo de plasma de caballo porque ellos pueden dar una cantidad mayor de plasma”.

TEMAS -

Oriunda de Puerto Plata y egresada Cum laude de la UASD, en la Carrera de Comunicación Social , mención Periodismo. Ganadora del Premio Periodístico en Microfinanzas de Centroamérica y el Caribe.