Esto es lo que debe saber sobre una sala de aislamiento de coronavirus
Este es el protocolo internacional que sigue la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública
Las tareas de vigilancia epidemiológica incluyen una serie de medidas que van desde la detección de casos hasta el personal de salud que atiende a toda persona con manifestaciones clínicas de infección de vías respiratorias que debe hacer diagnóstico diferencial y verificar si el cuadro clínico es compatible con un caso sospechoso de coronavirus o COVID-19.
Cuando se lleva a una persona a aislamiento debe cumplir un proceso de análisis clínicos y una vigilancia de 14 días, si antes de eso en la muestra que se toma de los sospechosos da negativa, se les despacha antes de cumplir el período e cuarentena.
La sala de aislamiento es para los pacientes que tienen los síntomas de gripe. Debe contar con ventiladores y ropas especiales, mascarillas y medicamentos.
El aislamiento de casos hospitalizados:
Está indicado en aquellas personas que cumplan con las definiciones de caso, se debe colocar en una habitación individual o con otros que tengan el mismo diagnóstico etiológico, con una separación de por lo menos un metro de distancia entre los pacientes, debe utilizar una mascarilla para reducir la diseminación respiratoria.
El personal que atiende a los pacientes hospitalizados, debe llevar Equipo de Protección Personal (EPP) apropiado (guantes, mascarillas, protección ocular, bata desechable) para entrar en la habitación o estar a menos de un metro de distancia, asegurar el lavado de manos antes y después de salir de la habitación y, si el paciente se transporta de un lugar a otro, se debe emplear mascarilla quirúrgica.
También hay que asegurarse de que los trabajadores de salud que realizan procedimientos generadores de aerosoles (PGA), usen guantes, batas de mangas largas, equipo de protección ocular y respiradores con filtro de partículas (N95).
Siempre que sea posible, debe usarse habitaciones para un sólo paciente, bien ventiladas, al efectuar procedimientos que generen aerosoles. En las situaciones en las que se prevé que se van a generar aerosoles, se recomiendan habitaciones con presión negativa.