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Salud

Otra crisis sanitaria dominicana llamada “Tapa floja”

El metanol es mortal y en quienes sobreviven produce daños irreversibles en el nervio óptico que conducen a la ceguera permanente

El impacto económico de esta actividad ilegal tiene tasa de incumplimiento en la DGII cercana al 40%, más de RD$500 millones de evasión fiscal

El sistema sanitario de República Dominicana enfrenta, una vez más, un brote de intoxicación por consumo de alcohol ilícito, aunque esta vez lo hace en medio de la lucha contra la pandemia del COVID-19.

Las diferentes formas de comercio ilícito de bebidas alcohólicas en el país no solo suponen un problema para la salud de sus consumidores, sino, que, también, impactan de forma negativa los ingresos del Estado.

Al 30 de abril se reportaron 239 casos de intoxicación por “Tapa floja”, compuesto por un alto contenido de metanol. De esa cantidad, el 65 %, es decir, 155 personas, habían fallecido, un poco más de la mitad de los muertos que a esa misma fecha había provocado el COVID-19 (301).

El Ministerio de Salud Pública informó que 142 de las personas fallecidas eran hombres, mientras que un 13 eran mujeres. De los casos reportados, seis personas eran menores de 19 años.

El sábado pasado se reportaron otras tres víctimas residentes del sector Cristo Rey, en el Distrito Nacional. En esa demarcación se registra el 46 % de los casos, 71 personas afectadas.

Mientras que n Santo Domingo se reporta un 30 % de los casos, 47 personas. Provincias como La Vega (8), Independencia (6), Hato Mayor (4), Valverde (2) y Bahoruco (1), albergan el 14 % de los fallecidos.

El hospital Francisco Moscoso Puello registra entre 70 a 75 casos de personas intoxicadas por el consumo de alcohol adulterado, de las cuales han fallecido 40 pacientes, según Camarena.

El gastroenterólogo señala que el estado de intoxicación en el cual llegaron los pacientes, sumado a la crisis sanitaria por la COVID-19 que enfrenta el país, hace que el nivel de mortalidad sea alto.

“El lunes recibimos dos pacientes intoxicados y fallecieron”, agrega.

Camarena explica que el Departamento de Gastroenterología del hospital Moscoso Puello diseñó un protocolo que ayuda a tratar esos casos que, a su entender, se han convertido en otra crisis sanitaria.

“Es importante señalar que las personas no compran lo que se conoce como clerén, sino ron dominicano barato y adulterado, el llamado “Tapa floja”, aclara.

Los efectos del metanol

“Existen varios tipos de alcohol, el que contiene el ron es el etílico. Sin embargo, hay alguien que fabrica un licor que contiene metanol, un alcohol que sirve para disolver la pintura. Este es un agente químico que tiene una toxicidad altísima”, explica el especialista.

Detalla que el metanol produce síntomas iguales al de la borrachera, donde el paciente presenta inestabilidad, dolor de cabeza y después aparecen los efectos de la intoxicación.

El gastroenterólogo Sócrates Bautista añade que, además de los síntomas mencionados por su colega, la depresión del sistema nervioso central, alteraciones de la conciencia que pueden llegar hasta el coma, hiperventilación, reducción de la presión arterial y taquicardia, figuran entre los efectos del alcohol adulterado

Impacto al fisco

Las diferentes formas de comercio ilícito de bebidas alcohólicas en el país no solo suponen un problema para la salud de sus consumidores, sino que también generan un impacto negativo en los ingresos del Estado.

En el 2018, se estimó una tasa de incumplimiento para bebidas alcohólicas cercana al 40 %, significando cada punto porcentual de evasión por concepto de impuesto selectivo al consumo RD$500 millones, según la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).

La institución clasifica el comercio ilícito de alcohol en falsificaciones, adulteraciones, fabricación clandestina (marcas ilícitas), contrabando y fabricación legal, pero sin pagar impuestos.

Las bebidas destiladas (ron, whisky, vodka, entre otras), son las que mayor nivel de falsificación, adulteración y contrabando presentan en el país, y a nivel mundial, aunque cada categoría de productos puede tener una incidencia mayor o menor de cada tipo de comercio ilícito, de acuerdo a la DGII.

En tanto, las bebidas fermentadas (vinos, cervezas, entre otros) presentan comercialización ilícita en mayor frecuencia por contrabando y fabricación clandestina.

Producción sin calidad

La Asociación Dominicana de Productores de Ron (Adopron) precisa que el alcohol adulterado jamás debe ser definido como “un ron”.

Adopron explica que el clerén, uno de los licores que se considera adulterado, es un producto de fabricación artesanal, sin ningún tipo de control químico ni sanitario y que, además, no es apto para el consumo humano. También dice que representa “un serio peligro para la salud y la vida de los que llegan a consumirlo”.

La asociación recuerda que la venta de clerén en el mercado dominicano es ilegal y que su manufactura no respeta criterios básicos sobre calidad, registro sanitario y protección al consumidor.

El clerén, que por lo general se fabrica en Haití y en la zona fronteriza dominicana, se distribuye en el país a un precio que oscila entre RD$50 y RD$250, dependiendo el tamaño de la botella.

“Compartimos la gran preocupación existente por la comercialización de productos ilícitos como el clerén. También lamentamos la pérdida de vidas humanas por el accionar inescrupuloso e irresponsable de quienes producen y comercializan un producto tan perjudicial y peligroso”, explica Adopron en un comunicado.

Un nuevo sistema contra los ilícitos

Para luchar contra esos delitos fiscales, Impuestos Internos implementa en las líneas de producción de los principales fabricantes a nivel nacional el nuevo Sistema de Control y Trazabilidad Fiscal para Bebidas Alcohólicas y Cigarrillos, el cual se encuentra en proceso de prueba funcional y permitirá a los consumidores verificar la legalidad del producto.

Las herramientas de control y la aplicación móvil para revisión de los productos por parte de la ciudadanía ya fueron desarrolladas y se proyecta que el sistema estará completamente funcional en el tercer trimestre del 2020, dependiendo cómo evolucione la crisis sanitaria actual del coronavirus, afirma.

El sistema otorgará a la DGII y a otras instituciones competentes un control fiscal en línea de todas las bebidas alcohólicas elaboradas e importadas a nivel nacional, producto de un marcaje fiscal único y seguro que tendrá cada presentación del producto (botellas, latas).

Sin embargo, aunque la Dirección de Impuestos Internos destaca el innovador y confiable del sistema, sostiene que la herramienta por sí sola no va a resolver el problema del comercio ilícito, agregando que se requiere de una estrategia integral y de otros mecanismos.

Desmantelamientos

“Podemos decir que en los últimos cuatro años se ha estrechado la colaboración entre las distintas instituciones que combaten el comercio ilícito de alcohol y que son coordinadas por el Ministerio de la Presidencia en el marco de la Mesa Presidencial contra el Contrabando, Falsificaciones e Informalidad de Bienes”, expresa la Dirección de Impuestos Internos.

Puntualiza que dos de los más grandes esquemas de fraudes tributarios detectados en la historia del país, los cuales superan los miles de millones de pesos, se han descubierto en el sector de alcoholes en los últimos tres años (caso Tremols, y el Dupuy-Barceló).

El 14 de abril el Ministerio de Salud Pública informó el desmantelamiento en un patio de una fábrica artesanal de clerén y, al día siguiente, agentes de la Policía Nacional en conjunto con el Ministerio Público desmantelaron una fábrica que operaba en el sector El Retiro, de Santiago.

Miembros del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza (Cesfront) incautaron en Dajabón más de dos mil litros de clerén.

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