Tramadol no es un medicamento de venta libre
Su comercialización está regulados desde enero por la Ley No. 50-88, sobre drogas y sustancia controladas
Lisania Batista
El ministro de Salud Pública y el vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Representantes, Agentes y Productores Farmacéuticos (Arapf) informaron, por separado, que el Tramadol es un medicamento que se vende bajo control y regulación de la Ley No. 50-88, sobre drogas y sustancia controladas, por tanto, no es de uso masivo.
Rafael Sánchez Cárdenas y Juan Miguel Madera, vicepresidente ejecutivo de Arapf, dijeron que en la República Dominicana se vela por la comercialización responsable del fármaco.
Sánchez Cárdenas expresó que el Ministerio ha notificado y certificado a la Dirección General de Control de Drogas y al Consejo Nacional de Drogas, quienes hacen la regulación.
Explicó que anteriormente se vendía sin control, porque es el más usado para calmar los dolores de los procedimientos quirúrgicos, pero hubo evidencias de que se les estaba dando un uso indebido, por las sustancias adictivas que contiene, por lo que su venta fue puesta bajo control.
Desde enero de este 2019, el Ministerio de Salud Pública y la Dirección Nacional de Control de Drogas implementaron la Resolución número 00011-2018, una decisión que cambió el mecanismo de prescripción del Tramadol, colocándolo en la lista de medicamentos controlados.
Tramadol, el opioide devastador del que nadie habla
Juan Miguel Madera, vicepresidente ejecutivo de Arapf.
De su lado, Madera dijo que ante informaciones que han aparecido en los medios de comunicación locales, donde clasifican al Tramadol como un medicamento de uso masivo en el país, es importante aclarar que esa información no se ajusta a la realidad.
Asegura que en la República Dominicana se vela por la comercialización responsable de fármacos seguros, eficientes y de calidad, y que el medicamento en cuestión se comercializa única y exclusivamente con receta médica.
“El Tramadol se suministra a pacientes con cuadros de dolor severos y agudos, solo se pone a disposición de pacientes con acompañamiento profesional. Ante esto, el paciente debe presentar una receta firmada por el médico que avale la necesidad de su uso. Este mecanismo ha ayudado a evitar el mal uso de este fármaco en el país”, asegura el representante de Arapf.
El medicamento es suministrado también a pacientes oncológicos, diabéticos, hipertensos, con deficiencias renales, artritis reumatoide, y otras dolencias.
Señala el representante de los productores farmacéuticos que muchos pacientes que requieren del producto han visto restringido su acceso, dado el gran número de médicos y establecimientos que no están autorizados para trabajar con recetas controladas.
“Dicho esto, la medida tomada por las autoridades y que es aplicada desde inicio de año es objeto de análisis, razón por la cual se vienen promoviendo mesas de diálogo para dar solución a la situación antes mencionada”, expresó el farmacéutico.
Con eso se busca garantizar el derecho que todo paciente tiene de acceder a tratamientos y atención médica con los que mejorar su calidad de vida.
“En el contexto dominicano, el 65% de las farmacias habilitadas para trabajar con receta controlada se encuentran en dos ciudades del país y menos de 300 médicos cuentan con los talonarios de receta controladas, lo que dificulta el tratamiento de pacientes en lugares alejados y/o rurales”, comentó Madera.
Lisania Batista
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