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Al menos cinco hombres murieron atrapados en una mina en los últimos dos años en RD

En las minerías informales se producen más accidentes, pero el riesgo no escapa en las formales, advierte el geólogo Osiris de León

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Al menos cinco hombres murieron atrapados en una mina en los últimos dos años en RD
La minería es una actividad de riesgo que con aplicación de normas de seguridad los accidentes fatales se reducen. (FOTO: ARCHIVO/MARVIN DEL CID )

En los últimos dos años fueron reseñadas en la prensa dominicana al menos cinco muertes de hombres que quedaron atrapados en una mina.

En el 2019, tres obreros murieron en una mina de ámbar, ubicada en el municipio El Valle de la provincia Hato Mayor.

Sus nombres: Rafael Nolasco Javalera, de 39 años; Eusebio de la Cruz Toribio, de 50 años, y el haitiano Andrés Seguí no pudieron salir de la mina de unos 120 pies de profundidad inundada por 45 pies de agua que provenía de los pozos contiguos.

Los médicos que participaron en el rescate de los cadáveres indicaron que estos trabajadores pudieron haber muerto por la inhalación de azufre.

En el 2020, un nacional haitiano llamado Tigenon Jan, alias Camarón, murió sepultado en la peligrosa mina de larimar llamada Los Chupaderos, ubicada en Barahona.

Este martes, el país se levantó con la noticia de que otro obrero murió en un accidente en la mina subterránea Cerro de Maimón Sur dedicada a la extracción de cobre y zinc. José Manuel Fernández Martínez murió mientras realizaba sus labores cotidianas, informaron las autoridades.

La minería es una actividad de riesgo. En República Dominicana persisten los túneles informales donde las normas de seguridad son nulas y la peligrosidad de trabajar en ellas aumentan, sin embargo, el riesgo tampoco escapa de las formales. El geólogo Osiris de León explicó que solo basta con encontrarse con un tramo de roca muy saturada para que al excavarlo colapse.

“En la excavación de un túnel de cualquier tipo, sea para uso minero, para uso hidroeléctrico o para un metro de transporte de pasajeros, siempre existe la posibilidad de encontrar un tramo de roca fracturada, o de roca meteorizada, o de roca muy saturada, con baja resistencia, y que al excavarlo puede colapsar”, aseguró.

Explicó que los accidentes que llevan a pérdidas humanas en las labores mineras suelen ser por asfixia, por inhalación de gases tóxicos de plantas eléctricas y bombas eléctricas, derrumbes y por ahogamiento.

Sin embargo, puntualizó que la mayoría de las muertes que ocurren son por fallas en las normas de seguridad.

“En la pequeña minería informal, no hay normas de seguridad, y por ello en los túneles de ámbar y de Larimar son más frecuentes los accidentes fatales”, aseveró.

El geólogo dijo: “En las minas de ámbar conozco unos seis casos por derrumbes en túneles en Pedro García y en Hato Mayor, por gases tóxicos de plantas eléctricas y bombas eléctricas y por ahogamiento por inundación; en las minas de Larimar conozco unos cinco casos por derrumbes de bloques en los túneles y por asfixia por gases tóxicos”.

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Periodista y locutora. Ejerce el periodismo desde 2017. Con experiencia en medios televisivos, impresos y digitales.